China ingresará en la OMC en seis meses tras el pacto con EEUU

El Gobierno chino tiene previsto incorporarse como miembro de pleno derecho a la Organización Mundial de Comercio (OMC) a mediados del próximo año. Los cálculos de Pekín no pueden ser más optimistas tras el acuerdo comercial alcanzado el lunes con EEUU y a pesar de que aún debe culminar negociaciones similares con otros 28 países y la UE, para ingresar definitivamente en la organización. Pero pase lo que pase, el Gobierno de China tiene bien claro que no dejará que Taiwan se adelante en la entrada a la OMC.

"El pronóstico es que a mediados del año 2000 China tendrá un asiento en la OMC", declaró ayer Long Yongtu, jefe de la representación china que negoció el acuerdo con la delegación estadounidense encabezada por la secretaria de Comercio, Charlene Barshefsky, y quien deberá ahora cerrar pactos similares con la UE y otros 28 países, entre los que se hallan Canadá, Brasil, Suiza y Noruega. Sólo la lista de los acuerdos que faltan sellar, más el propio proceso interno de adhesión a la OMC, hacen imposible que China ya tenga su asiento como miembro pleno de la organización en la próxima cumbre de Seattle. No obstante, China estará allí y su peso en el comercio mundial se notará en la reunión.Pero ayer, en medio de los festejos por el acuerdo, China no dejó escapar la oportunidad de recordar que hay asuntos internos con más prioridad. Pekín exigió que su ingreso a la OMC se produzca antes del de Taiwan, país que negocia su ingreso en solitario. "Taiwan sólo podrá acceder a la OMC como un territorio aduanero independiente una vez que se produzca la plena admisión de China", subrayó el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores del país asiático, Sun Yuxi.

En sus declaraciones, el portavoz hizo referencia de forma implícita al acuerdo adoptado en 1992 por el consejo del Acuerdo General sobre Tarifas y Comercio (GATT), organismo que precedió a la OMC, por el que se comprometía a completar el proceso de admisión de China antes de comenzar a examinar la de Taiwan.

Al Gobierno de Taipei sólo le falta negociar un acuerdo con Hong Kong para formalizar su ingreso a la OMC, solicitado en 1990. Pero Hong Kong es desde 1997 una administración especial china, por lo que Taipei probablemente deberá aguardar a que China entre a la OMC para formalizar su propio ingreso, medie o no acuerdo del resto de los miembros de la organización.

Junto a Taiwan, hay otros 30 países que en estos momentos negocian su entrada a la OMC, entre los que se hallan Rusia y Arabia Saudí. Pero la entrada de China era la más esperada por la mayoría de los 135 países que componen actualmente la organización. La mayoría de estos países están en vías de desarrollo y, según fuentes de la OMC, ven en China el contrapeso al poder de EEUU y la UE en el club del comercio mundial y hasta quizá se convierta en algo así como un abanderado del tercer mundo a la hora de defender sus intereses.

Por otra parte, analistas internacionales barajaron ayer la posibilidad de que la entrada a la OMC incite a Pekín a cambiar su política monetaria. Lo que Pekín haría es liberalizar el tipo de cambio de su moneda, el yuan, que mantuvo amarrada a 8,28 por dólar durante 1998, para no ser responsable de una segunda crisis monetaria asiática, después de la que se iniciara con devaluación en 1997 en Tailandia y Brasil a principios de este año. Desde hace tiempo, China necesita esta medida para impulsar sus exportaciones, la base de su crecimiento económico y, según los analistas, ahora y en el marco de la OMC, tiene la oportunidad.