Un estudio revela que el fracaso escolar en el 2º ciclo de la ESO es mayor que en la EGB El informe, con datos de Almería, recoge la satisfacción de las familias con la educación

Un estudio elaborado por profesores almerienses sobre rendimiento escolar en la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) demuestra que el fracaso entre estos alumnos es superior (36%) al que se registraba en la EGB (25%). El informe, encargado por la Delegación Provincial de Almería, detecta los grandes problemas que encuentra el profesorado en la reforma de la enseñanza: el sistema de promoción, el tiempo adjudicado a su materia y los recursos didácticos. Las familias siguen sin participar en el devenir de la escuela pero están satisfechas (70%) con la educación que reciben sus hijos.

Durante dos cursos, los nueve profesores han extraído datos de 14 de los 25 centros que en el momento de la investigación (1997) habían implantado la LOGSE en Almería. Las conclusiones se basan en las respuestas de 1.103 alumnos, 201 profesores y 293 padres. A pesar de los datos comparativos, los responsables del estudio matizan que no se pretendía establecer similitudes o diferencias entre el anterior y el actual sistema educativo. En el estudio se afirma que el fracaso escolar era ya muy preocupante antes de la reforma. En los últimos años de EGB (1997) el fracaso en 8º curso se estabilizó en un 20%. Si se añaden los alumnos matriculados en 6º de EGB, la situación de fracaso era de un 25%. En el actual 3º y 4º de ESO (segundo ciclo) el fracaso es del 36%.

Dos de cada cinco familias consideran que el fracaso escolar es elevado o muy elevado y que las medidas para resolverlo son insuficientes. En cuanto a los alumnos, uno de cada tres cree que no tiene un problema de rendimiento. El resto atribuye sus malos resultados académicos a la falta de esfuerzo o estudio (50%); a que no entienden algunas asignaturas (24%) o a que los profesores no explican bien. El alto nivel de exigencia y los trabajos calificados injustamente, son otros dos motivos con los que explican los cates. Sólo un 4% reconoce que no le gusta estudiar. Para un 80% de los encuestados, en el rendimiento académico del alumno influye mucho la actitud del profesorado.

Por su parte, un 86% de los docentes considera que el volumen de fracaso es elevado. La motivación e interés del alumno, la falta de conocimientos previos y la promoción automática son para los profesores las tres causas principales. "La tendencia, en algunos casos, de promocionar a los niños hacia la etapa siguiente sin tener en cuenta la madurez o posibilidades de desenvolverse en la nueva situación, sólo consigue trasladar el problema de un lugar a otro".

Entorno social

Entre los factores que inciden en el rendimiento, el estudio apunta al entorno sociocultural, las técnicas y hábitos de estudio y el historial académico. "Hay que tener en cuenta, además, que al extender la educación obligatoria dos años más incluimos a un 20% de alumnos que antes, a los 14 años, abandonaban. Este grupo, entre los 14 y 16 años, es el de más riesgo, ya que, en principio, tiene menos aspiraciones".

En lo que respecta al funcionamiento de los centros, una asignatura pendiente es la participación real del alumnado, algo que se extiende a la familia: una de cada tres no asiste nunca a reuniones en el colegio; una de cada cinco no se entrevista con los tutores y sólo el 3% participa en las actividades extraescolares. Aún así, un 70% de las familias aseguran estar satisfechas con la educación que reciben sus hijos.

El estudio detecta que los equipos directivos, en líneas generales, valoran el nuevo sistema. Pero el profesorado detecta tres grandes problemas en la reforma de la enseñanza: el tiempo adjudicado a su materia, los recursos didácticos y la evaluación. Respecto a esto último, los autores del estudio aseguran que "se siguen utilizando los mismos criterios del sistema anterior, basado casi exclusivamente en el aprendizaje y en los contenidos conceptuales". Apuestan por la atención a la diversidad para abordar el problema del fracaso escolar.