Los médicos del hospital Clínico de Málaga exigen el doble de inversiones

Los 1.395 millones comprometidos por la Consejería de Salud de la Junta para inversiones en el Hospital Clínico Universitario de Málaga no han calmado el malestar existente entre los médicos del hospital. Al contrario: los facultativos consideran "una burla" que, pese al déficit estructural que padece el centro, se le concedan apenas 200 millones más que al Carlos Haya. El colectivo estima que el hospital requiere una inyección económica superior a los 2.500 millones y pide el cese del actual gerente.

Los médicos continúan exigiendo el cese de Diego Pedrosa, el actual gerente del centro, ya que consideran las actuaciones acometidas en los últimos meses por la gerencia como un "parche" destinado a "acallar" las protestas que la plantilla protagonizó en junio. "Estamos igual o peor que hace cuatro meses. Se han hecho cuatro chapuzas y poco más. Pero no se trata sólo de dinero, queremos un plan claro de inversiones a corto, medio y largo plazo y que se defina el papel del hospital, si vamos a ser el comarcal del Guadalhorce o un hospital especializado. Nos sentimos engañados y reiteramos la petición de cese del gerente", resumió un portavoz de los facultativos.

El descontento ha quedado plasmado en un escrito que han firmado las tres cuartas partes de los médicos. El Clínico es el segundo centro hospitalario de Málaga. Atiende la zona Oeste de la capital, un sector masificado y en expansión, además de ser centro de referencia para la cárcel provincial y para gran parte de la población flotante de la Costa del Sol.

Los facultativos han vuelto a sacar a la luz su descontento tras una tregua veraniega, durante la cual se han reformado la mitad de los quirófanos y se ha puesto en marcha un sistema de ventanilla única para agilizar la atención a los enfermos.

Pocas actuaciones

Pero los médicos no comparten el balance positivo que hace el gerente del centro, Diego Pedrosa, de las primeras actuaciones acometidas: "Se ha hecho poco y mal", se queja el portavoz. "Dimos un margen para que fructificaran los contactos que mantuvimos con gerente del Servicio Andaluz de Salud, Carmen Martínez Aguayo [gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS)], pero es un engaño y creemos que la población a la que damos cobertura no se lo merece porque está discriminada".

El compromiso de la consejería de sacar fuera del edificio las cafeterías para ganar espacio asistencial, reformar las habitaciones para dar mayor intimidad a los pacientes (actualmente, la mayoría de los cuartos acogen a cuatro enfermos en camas enfrentadas), crear un hospital de día y abrir una comunidad terapéutica para enfermos mentales no tranquiliza a los facultativos.

Pero frente a estas promesas, a la vuelta de las vacaciones de verano los médicos se han topado con una realidad: la mitad de los quirófanos estaban cerrados por reforma, lo que ha disparado la lista de espera quirúrgica de 53 días que existía en junio, cuando comenzó el conflicto, a 83 en la actualidad.

Por si fuera poco, la propuesta del gerente de realizar "peonadas" por la tarde para acortar los listados se ha topado con la negativa de los Servicios Centrales de la Consejería de Salud en Sevilla, que sólo han autorizado finalmente un centenar de intervenciones. Las primeras operaciones vespertinas fueron llevadas a cabo la semana pasada.

La gerencia insiste en que las quejas de los facultativos son injustificadas porque ya hay un compromiso de la administración sanitaria de dar un fuerte impulso al Clínico. Pero los médicos reiteran los argumentos que ya esgrimieron en junio: "La justicia distributiva entre hospitales en Málaga no existe", repiten.

Por ello, los médicos han decidido volver a reunirse como hicieron en junio con los grupos políticos representados en el Parlamento Andaluz para transmitirles su descontento e instarles a que presionen a la Consejería hasta que ponga sobre la mesa lo que ellos entienden por una "apuesta real" por el hospital.