Sudupe se compromete a invertir 80.000 millones en un lustro sin cerrar antes el presupuesto de 2000

El equipo de gobierno de la Diputación de Guipúzcoa, formado por el PNV y EA, ha confeccionado una proyección presupuestaria a cinco años vista, con una dotación global de 79.922 millones de pesetas (480,3 millones de euros), donde se detallan las inversiones más relevantes comprometidas hasta 2004. Este Plan Estratégico Guipúzcoa 2003 nace del presupuesto de gastos propios para el año próximo, que asciende a 77.234 millones de pesetas y crece un 21% sobre el anterior. Las cuentas se debatirán en las Juntas, donde PNV-EA son minoría y Sudupe no tiene garantizados los apoyos a su proyecto.

La coalición PNV-EA somete a discusión parlamentaria un presupuesto de ingresos de 434.426 millones de pesetas (2.611 millones de euros), de los cuales 51.038 millones de pesetas (306,7 millones de euros) se destinan para el Cupo al Estado, 257.680 millones de pesetas (1.548 millones de euros) para el Gobierno vasco y 42.673 millones de pesetas (256,4 millones de euros) para los 88 ayuntamientos del territorio. La Diputación gestionará 77.234 millones de pesetas (464,1 millones de euros) en el año 2000, un 21% más que en este ejercicio. El presupuesto está comprendido en un plan estratégico plurianual hasta el año 2004 que prevé acometer inversiones por 79.922 millones de pesetas (480,3 millones de euros).El partidos que gobiernan la Diputación entregaron ayer el proyecto de presupuestos en las Juntas Generales sin contar con el apoyo de ninguno de los grupos de la oposición (EH, PSE-EE y PP), que suman entre todos 32 junteros frente a los 19 de la coalición nacionalista. El diputado general, Román Sudupe, que nunca hasta ahora había gobernado en minoría desde que en 1995 fuese elegido para este cargo, afirmó que "difícilmente estos presupuestos pueden ser rechazados" por la oposición, puesto que son "expansivos y explosivos". El responsable foral de Hacienda, Antton Marquet, apostilló que Sudupe se había "quedado corto" con los calificativos.

Los responsables políticos de la Diputación expresaron su convencimiento de que el presupuesto no puede ser rechazado, si no es a costa de "hacer mucho daño a la sociedad y poner en peligro numerosos proyectos cruciales para Guipúzcoa, como la revitalización de Pasaialdea, la ampliación del campus universitario, la autopista Éibar-Vitoria (A-1), la adquisición de suelo industrial, el plan de lucha contra el fraude fiscal y el apoyo a los centros tecnológicos". El portavoz del Partido Popular en las Juntas, Iñigo Manrique, ya anunció que su grupo "contempla la posibilidad" de presentar una enmienda a la totalidad.

Las cuentas forales, en palabras de Sudupe, proponen una "fuerte contención del gasto corriente" y una "generosa política de inversiones", la mayor parte de las cuales (el 64%) se distribuyen en los departamentos de Servicios Sociales y de Carreteras, donde el Ejecutivo goza de mayor autonomía competencial. Este esfuerzo inversor es posible gracias a la reducción de la deuda viva, que en 1988 ascendía a 88.052 millones de pesetas y actualmente se sitúa en 57.937 millones de pesetas. La Diputación propone no amortizar una sola peseta de la carga durante los próximos cuatro años, anunció Marquet, con el fin de dar prioridad a la construcción de carreteras e infraestructuras hidráulicas y a la prometida subidas de las ayudas asistenciales.

La favorable conyuntura económica permitirá continuar durante el próximo año con la construcción de la autopista Éibar-Vitoria y rematar la tercera fase del puerto de Etxegarate, así como la autovía del Urumea (entre Martutene y Hernani) y las variantes de Pasaia, Astigarraga y Hernani. El Departamento de Carreteras, con una previsión de gasto de 25.378 millones de pesetas, consumirá el 38,33% del presupuesto global de gestión.

En Servicios Sociales están incluidos los 3.086 millones de pesetas para las ayudas asistenciales, que incluyen un incremento del 23% de las pensiones no contributivas. Este departamento pretende acometer la mejora de las residencias de personas dependientes y centros de día y una subida del gasto para la ayuda domiciliaria.

Un plan de largo alcance

Las cuentas del próximo ejercicio se han englobado en un marco de actuación de largo alcance, bautizado Plan Estratégico Guipúzcoa 2003, aunque recoge compromisos presupuestarios en materia de transportes y carreteras hasta 2004. Este proyecto de 79.922 millones de pesetas, vinculado a la duración de la presente legislatura, prevé dedicar un total de 30.000 millones de pesetas (180,3 millones de euros) para la A-1 sobre un total de 51.805 millones de pesetas (311,3 millones de euros) para el capítulo de carreteras.

El plan incluye también 3.280 millones de pesetas (19,7 millones de euros) para la regeneración de Pasaialdea, además de otra partida de 375 millones de pesetas (2,2 millones de euros) para comprar suelo industrial en este área. Otros 1.000 millones de pesetas (seis millones de euros) servirán para impulsar la modernización de la Administración -la adaptación a la sociedad de la información-, 640 millones de pesetas (3,8 millones de euros) para nuevas líneas de investigación y desarrollo (I+D), 1.346 millones de pesetas (ocho millones de euros) para atacar el fraude, 1.400 millones de pesetas (8,4 millones de euros) para la ampliación de la sede universitaria de la UPV y 100 millones (601.000 euros) para el Museo San Telmo en el año 2000.

Muchas estas cantidades son créditos ya comprometidos en el próximo presupuesto, por lo que la Diputación las irá consignando en los sucesivos hasta el año 2004. Por ello, Román Sudupe subrayó que la negativa a su proyecto presupuestario para el año que viene supondría "despreciar los grandes proyectos que van a marcar el futuro de Guipúzcoa". Las Juntas Generales abrirán ahora un periodo máximo aproximado de dos meses para la aprobación de las cuentas.