El PP se queda solo en la censura a Balza y recibe duras críticas por "paralizar" el proceso de paz

El PP fue incapaz de seducir a los partidos de la oposición y se quedó solo en la defensa de la moción de censura contra el titular vasco del Interior, Javier Balza. El PNV, HB y EA apoyaron ayer al consejero, mientras socialistas, IU y UA se abstuvieron. El PP comprobó que, aunque las críticas a Balza por pedir compensaciones para ETA tras la detención de una negociadora de la banda fueron unánimes, el debate se volvió en su contra. El lehendakari, Juan José Ibarretxe, transformó la ofensiva del PP en una censura al ministro del Interior, Jaime Mayor, y a su "inmovilismo" en el proceso de paz.

El PP vasco se quedó solo con toda su artillería dialéctica en un pleno que concitó una expectación impresionante. Todos los partidos llevaron invitados para seguir, desde las tribunas, un debate que se prometía con aristas y descalificaciones entre los dos bloques parlamentarios: los partidos firmantes de la Declaración de Lizarra -PNV, HB, Eusko Alkartasuna e IU- y los constitucionalistas -PP, PSE y Unidad Alavesa-. Sin embargo, la sesión plenaria acabó con un panorama inédito hasta entonces. Los nacionalistas (36 votos) rechazaron la censura, mientras el PP se quedó en el otro extremo, con 14 votos a favor, y en medio se situaron los socialistas, IU y UA, 14 votos, con la abstención como bandera. Además, el debate fue menos duro de lo previsto, y la peor parte se la llevaron los populares, unos "marcianos", según Javier Madrazo, líder de IU en Euskadi, o unos "romanos que rodean la aldea gala", según explicó el lehendakari.Leopoldo Barreda, parlamentario del PP, manifestó desde el estrado que su grupo tenía la convicción de que el consejero Javier Balza "no es capaz de dirigir el Departamento del Interior". Barreda acusó a Balza de ser el consejero que "expedienta a los grupos pacifistas", en relación a un expediente de la anterior legislatura a la asociación Denon Artean, "y pacta con los violentos", en relación al acuerdo para evitar conflictos en las fiestas de Bilbao.

Dique de contención

Los argumentos del PP fueron respondidos en bloque por los nacionalistas, liderados en esta ocasión por el lehendakari, que asumió personalmente la defensa de su consejero. Para Ibarretxe, el PP vasco, con su inmovilismo, se está limitando al papel de dique de contención del Ministerio del Interior frente al proceso de paz. Nacionalistas y socialistas recordaron a Barreda que el PP está pactando en el Congreso con el PNV los Presupuestos del Estado, y que el Gobierno central habla con ETA.Ibarretxe les retiró incluso la paternidad de la moción de censura, que atribuyó al "Ministerio de la propaganda" que dirige Mayor Oreja, y concluyó que con la moción "han demostrado una falta tremenda de madurez política". El lehendakari, que criticó la actitud "prepotente y orgullosa" del Ministerio del Interior, aseguró que se había realizado una "manipulación burda" de las palabras de Balza. El jefe del Ejecutivo vasco afirmó: "[Lo que Balza] preguntó es cómo se iba a compensar la desconfianza generada por las detenciones, no cómo se iba a compensar a ETA. La pregunta era cuál era el plan del Gobierno para volver a dialogar con ETA". A su juicio, el "único proyecto" del PP durante los últimos meses es "no hacer nada, dejar que las cosas se pudran, manipular noticias o incumplir los acuerdos del Congreso sobre política penitenciaria". "La responsabilidad del PP", añadió, "es responder a esas preguntas y no censurar a quien las plantea. Detenciones sí, pero ¿qué más?". Ibarretxe subrayó que la pregunta de Balza "sigue vigente porque el PP no tiene ningún plan de paz".

El presidente de EA, Carlos Garaikoetxea, coincidió al 100% con el lehendakari. Llegó a acusar a los populares de no ver que esta situación es infinitamente mejor que la anterior. "Ustedes están más preocupados por el escenario en el que esto pueda derivar que por el anterior". Iñaki Antiguedad, de EH, corrigió a Garaikoetxea al asegurar que "no sólo están preocupados, sino que sueñan con volver al escenario anterior".

A la vista de como iba el debate, los socialistas se quedaron entre dos aguas. Emplazaron a Ibarretxe a que haga un esfuerzo por colaborar más con el Ministerio del Interior, y como Ibarretxe se comprometió con ese objetivo se quedaron en una posición intermedia. No restaron credibilidad a las críticas del PP, pero al final, en vez de sumarse a la censura, se abstuvieron. Y eso que la europarlamentaria Rosa Díez y el secretario general de los socialistas de Guipúzcoa, Manuel Huertas, habían solicitado abiertamente el cese de Balza en los últimos meses. El socialista Fernando Buesa explicó su postura: "No supone un apoyo al consejero ni a su Gobierno, que debe rectificar muchas cosas. Tampoco una descalificación de las quejas que justamente hace el PP, sino sencillamente que, si como fruto del debate se puede abrir un camino de esperanza, esa es la vía". El PSE justificó de esa manera el desmarque del PP, cuando apenas faltan dos semanas para que el día 23, Xabier Arzalluz y Joaquín Almunia se reúnan.

Más difícil de explicar era la unión de EH a sus socios de Gobierno, PNV y EA, para defender al consejero del Interior. Sobre todo cuando es el jefe de una policía que en el lenguaje de HB era hasta hace pocos meses otra "fuerza de ocupación". El portavoz de EH, Iñaki Antiguedad, le dio la vuelta al argumento y dijo que no daban su apoyo al consejero, sino a las declaraciones que motivaron la moción.