Trágica herencia del 'boom' de la construcción ilegal y de baja calidad
El subsecretario de Protección Civil, Franco Barberi, que se desplazó inmediatamente al lugar de la tragedia, puso ayer el dedo en la llaga cuando reconoció que en Italia "ha habido un largo periodo", en torno a "los años setenta", en el que "se ha construido de forma frenética y a menudo irracional". La plaga del abusivismo, construcción ilegal, sin permisos del ayuntamiento o sin estudio del suelo, y el uso de materiales de baja calidad ha provocado ya en Italia otras catástrofes como la de Foggia.Hace 11 meses, exactamente el 16 de diciembre de 1998, en una calle del barrio Portuense de Roma, 27 personas murieron aplastadas entre los escombros de un bloque de pisos que se vino abajo de madrugada, debido a un defecto en la estructura. Luego se supo que el inmueble había sido construido con materiales de mala calidad.
En Italia, según el instituto de estudios sociológicos Censis, hay al menos 3,5 millones de casas de alto riesgo, el 63% de las cuales son de construcción reciente. Todavía es prematuro, según las autoridades, afirmar que el inmueble siniestrado en Foggia perteneciera a este último grupo. Sobre todo por el detalle inusual de que viviera en él su constructor, Antonio Delli Carri -uno de los desaparecidos- junto a un hermano, Rafael, que figura entre los supervivientes.
La fiscalía ha dado órdenes al tribunal de la ciudad para que inicie una investigación sobre la tragedia imputada de momento a causas desconocidas, con la hipótesis de homicidio culposo múltiple. Los documentos relativos al edificio y la zona del siniestro quedaron inmediatamente bajo secuestro.
Llamada anónima
Una llamada anónima a Legambiente, organización ecologista, denunció ayer la existencia de numerosas irregularidades en los edificios construidos en la zona de Foggia donde se produjo el derrumbamiento. Al parecer, algún vecino había recibido recientemente informes inquietantes respecto a la seguridad del mismo. El alcalde de Foggia, Paolo Agostinacchio, negó que al Ayuntamiento hubiera llegado ningún informe negativo sobre el inmueble. "Foggia está llena de fallas, pero la zona del edificio no estaba entre las de riesgo", declaró Agostinacchio, aunque añadió que cuando el inmueble fue construido "había leyes permisivas. "En Foggia se necesitaban casas, y se construía en cualquier parte", puntualizó.Los geólogos no descartan tampoco la posibilidad de que, más que el edificio, haya cedido el terreno sobre el que se levantaba. "Desgraciadamente", explicaba ayer el presidente de la asociación de geólogos italianos, Floriano Villa, "los suelos de construcción no se investigan lo suficiente. Hay casas muy sólidas que se caen por estar construidas en un lugar indebido". Villa propuso ayer que se establezcan planes reguladores del subsuelo de las ciudades porque, a juicio de los geólogos, 25 millones de edificios italianos deberían ser revisados.
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