Telefónica blinda a sus directivos contra las posibles pérdidas de valor de las acciones
Los directivos de Telefónica beneficiados con las opciones sobre acciones tienen asegurada una determinada ganancia en el caso de que los títulos de la compañía sufran un fuerte recorte. Según publicó ayer Cinco Días, este blindaje está recogido en una cláusula del acuerdo de transmisión de acciones firmado entre Telefónica y los ejecutivos beneficiarios del plan de fidelización suscrito en junio, el segundo tras el que se acordó en 1997. La compañía, en una nota dirigida a accionistas y clientes, aseguró ayer que las opciones sólo le cuestan nueve millones por directivo y año (2.700 millones en total).
En su nota, Telefónica explica que las opciones están implantadas "en la gran mayoría de las sociedades españolas que integran el Ibex" y cita en concreto a "BBV, Argentaria, BCH, Unión Fenosa, Sol Meliá y Puleva". Señala que cualquier ciudadano "puede comprar opciones sobre acciones y obtener las mismas plusvalías". Así, concreta que en 1999 se han resgistrado 980.966 contratos de opciones. Destaca también que la capitalización bursátil de la compañía ha pasado de 2,3 billones en 1996 a nueve billones.Los 100 directivos de Telefónica que tienen las opciones sobre acciones que vencen el 25 de febrero también están incluidos en el plan aprobado el pasado mayo para un total de 450 directivos. En éste se establece: "En el supuesto de que Telefónica adoptara un acuerdo que pudiera afectar negativamente y de modo sustancial a la cotización de las acciones, la comisión de nombramientos y retribuciones de Telefónica podrá, si lo cree oportuno, realizar los ajustes valorativos que considere precisos para que la remuneración del beneficiario no se vea afectada por esta circunstancia; este ajuste se llevará a cabo, en todo caso, por objetivos".
Esto supone un grado más en la política retributiva de Telefónica para sus directivos, ya que se les garantiza una ganancia en el caso de que la acción pierda valor. La cláusula está incluida en el segundo plan de la compañía, denominado TOP, que fue suscrito en junio pasado y que sucede al que se estableció en el año 1997, denominado RISE, con vencimiento en febrero.
El contrato de Telefónica no especifica cómo se harán los ajustes para garantizar las ganancias. En todo caso, suponen una salvaguardia de la que no disfrutan los accionistas de la compañía.
Según la documentación a la que ha tenido acceso Cinco Días, los 100 directivos incluidos en el primer plan de fidelización son también beneficiarios del segundo. Fuentes de Telefónica justificaron el doble plan porque sus objetivos son diferentes. El primero perseguía duplicar el valor de la compañía en Bolsa, y el segundo, el objetivo es asentar al equipo de dirección. La inestabilidad ha sido, sin embargo, la práctica habitual en la cúpula de Telefónica desde que la preside Juan Villalonga.
La duración del primer plan es de tres años, con vencimiento en febrero del 2000, mientras que para el segundo se han establecido cuatro años y tres meses. El propio Villalonga está incluido en el primer y en el segundo y podrá beneficiarse de la cláusula de garantía del último. La compañía mantiene en secreto las opciones de Villalonga y de los demás directivos. En el primer plan se adjudicaron 307.339 acciones, a 3.500 pesetas, con un coeficiente multiplicador de entre 25 y 37, de lo que se podrían derivar ganancias de hasta 45.000 millones.
El segundo plan reparte 207.237 acciones, convertidas en 810.711 tras desdoblarse el nominal, y tiene para la compañía un coste superior. En el RISE desembolsará 2.700 millones en los tres años, el TOP le costará 3.000 millones anuales. Este segundo plan no ha acumulado aún plusvalías.
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