_
_
_
_
_

El Ayuntamiento estudia cómo evitar que los grandes promotores urbanicen el sur de Vitoria

Cuando aún no se ha concretado el convenio entre el Ayuntamiento de Vitoria y los propietarios de las zonas del este y el oeste para preparar suelo útil para construir 21.000 viviendas, los grandes promotores de la ciudad han orientado sus movimientos hacia el sur. Grandes terrenos han cambiado de manos últimamente y sus propietarios quieren edificar pisos libres pronto. El consistorio sólo quiere que crezcan, y de forma controlada, los pueblos ya existentes y está buscando fórmulas para impedir la especulación. La Caja Vital posee allí medio millón de metros.

Los grandes promotores inmobiliarios de Vitoria han iniciado una batalla urbanística con el Ayuntamiento por una ancha franja que va desde los lujosos chalés de Armentia hasta pueblos de la periferia como Arechavaleta y Gardélegui, con una extensión similar a la de Salburua. La polémica no surge por casualidad. El Consistorio quiere aprobar inicialmente el Plan General para finales de año y ahora está analizando las 750 alegaciones presentadas por los particulares. Entre ellas destacan las 600 de las entidades locales menores.Hasta ahora, el Ayuntamiento, a través del anterior alcalde, José Ángel Cuerda, había mantenido protegido el sur calificando los terrenos como agrícolas de situación estratégica. Pero la Ley de Suelo emitida el año pasado por el Gobierno central desprotege ese tipo de terrenos. Por tanto, si se desea conservarlos como hasta ahora hay que usar nuevas fórmulas urbanísticas. Ahí se plantea la batalla entre el Ayuntamiento y los propietarios de la zona, representados por el abogado Txomin Escudero, ex concejal de Urbanismo con el PNV. Destaca también sobre el resto un dueño, la Caja Vital, con casi medio millón de metros cuadrados.

Baja densidad

La cuestión radica en que esos promotores y particulares pretenden abrir ese suelo para urbanizar. Como el sur está llamado a albergar viviendas de baja densidad (chalés, construcciones bifamiliares, o hasta de tres alturas) y permitiría vender una buena parte dentro del mercado libre, los beneficios pueden ser espectaculares. "Si consiguen su propósito", señala un concejal de la oposición, "supondría el gran pelotazo urbanístico de Vitoria". El responsable municipal de Urbanismo, Jorge Ibarrondo (PP), insiste: "Se están vendiendo parcelas de mil metros cuadrados a 45 millones".

El Ayuntamiento quiere controlar el crecimiento del sur y conservarlo como en la etapa de Cuerda. En el nuevo Plan General no se prevé ningún crecimiento a gran escala en esa zona en los próximos ocho años. Tan sólo se han dibujado expansiones controladas de los pueblos ya existentes. Ésta es la pretensión del equipo de gobierno (PP y UA) y de sus socios en materia de vivienda, los socialistas. Así, quieren abrir suelo alrededor de localidades como Arechavaleta, Gardélegui, Argandoña, Elorriaga, Arkaute o Armentia.

El grupo nacionalista también cree conveniente controlar el crecimiento, pero teme que el Gobierno municipal no acierte en el sistema para proteger el sur. Desde PNV-EA proponen otras fórmulas, como los pisos tasados (convenios con promotores para urbanizar viviendas libres con un límite de precio). La idea del PP es distinta. "Queremos actuar globalmente, con planes parciales. No como antes, que se edificaban pequeñas parcelas de forma aislada", explica Ibarrondo. Esas construcciones, añade el concejal, "no traen beneficios a los pueblos. Al contrario, acarrean nuevas necesidades".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El Ayuntamiento pretende que los promotores costeen mediante una serie de cargas urbanísticas los nuevos servicios que se implanten en esos pueblos. Pese a todo, asegura que no se dispararán los precios. Los primeros lugares donde se actuará son Arechavaleta y Gardélegui, con viviendas protegidas. No obstante, la proporción final de la expansión de todos los núcleos será de un 80% de pisos libres y un 20% de protección oficial. Pero el Ayuntamiento aclara: "las entidades locales no serán la solución para el problema de la vivienda. Sólo queremos mejorar su calidad de vida". Las verdaderas zonas de expansión serán Salburua y Zabalgana. La ampliación de algunos pueblos periféricos sirve para satisfacer la demanda de viviendas de baja densidad y para contrarrestar el crecimiento incontrolado de localidades lejanas a Vitoria, como La Puebla de Arganzón (en Treviño), Elburgo o Alegría.

Castigo a los solares

La revisión del Plan General de Vitoria ha sacado a la luz algunas irregularidades. En los ocho años de vigencia para los que estaba pensado el anterior plan -aunque ha perdurado varios más- se especificaban las áreas por donde debía crecer la ciudad. En este tiempo, Vitoria se ha quedado pequeña, porque la demanda de pisos (unos 6.000 en la última promoción oficial) desborda a la demanda. Ante esta situación no se entiende cómo después de tantos años todavía quedan 753 solares sin ejecutar. Donde debía haber pisos hace años, aún persiste la hierba alta y la maleza. El motivo tiene un nombre: especulación.Para corregir estas deficiencias, el Ayuntamiento está estudiando medidas. "Les daremos unos plazos de ejecución", explica el concejal de Urbanismo, "y si los vuelven a incumplir podemos incluso desclasificarlos", eliminando la calificación de urbanizable. Los solares en cuestión no se hallan en zonas depauperadas, sino en los mejores barrios, esto es, Armentia, Lasarte, Berrosteguieta...

Otra de las novedades del Plan General consiste en la división de las 64 entidades locales de Vitoria en tres grupos. Los primeros crecerán de forma controlada (Arechavaleta, Gardélegui, Argandoña...). Los segundos compaginarán los usos urbanos y rurales (Aberásturi...). Los terceros se declaran "de protección" por sus condiciones ecológicas o proximidad a infraestructuras (la ribera del Zadorra, el área del aeropuerto).

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_