Sindicalismo de corte moderno
Todos cogidos de la mano. La unión y la paz antes que la confrontación y los altercados. De esta guisa, los trabajadores de los astilleros públicos andaluces quedan pendientes del Consejo Europeo de Ministros de Industria, a celebrar este martes en Helsinki (Finlandia). Esperan que en ese foro se adopten las medidas necesarias que garanticen la viabilidad del sector. O sea, que puedan seguir disfrutando de las ayudas del Estado con las que hacer frente a las continuas pérdidas y, en definitiva, a los coreanos.Así que no hay color político que valga. Tanto que la candidata popular Teófila Martínez se puede permitir incluso el detalle de encabezar las manifestaciones luciendo en su solapa una pegatina con las siglas de CC OO. El panorama es tan idílico que nada tiene que ver, por supuesto, con aquellas movilizaciones de años atrás que acababan con barricadas incendiadas o con el asalto a la sede del PSOE. Eran, desde luego, otros tiempos bien diferentes.
De modo que mientras siguen poco menos que cantando Viva la gente en unión fraternal, pocos hablan de los verdaderos planes industriales que resultan imprescindibles, no ya para competir con los astilleros coreanos sino con los italianos mismos, que están más cerca. Los dirigentes sindicales lo saben, aunque por ahora prefieren limitarse a augurar negros nubarrones en el sector. Escuchándoles hablar a algunos de ellos, parecen representantes de ONG antes que de organizaciones reivindicativas.
Esta semana, además, hay pleno del Parlamento andaluz. Se abordará en especial la política hidráulica en esta comunidad, coincidiendo así con la manifestación que pretende reunir a unas 50.000 personas frente a la Moncloa. Una secuencia de movimientos reclamando al Gobierno central más inversiones en esta materia que ha gustado muy poco al Partido Popular.
Ley de Cajas
También en la Cámara está a la espera de su inminente aprobación la ley de Cajas. Es recomendable seguir de cerca las nuevas reacciones que se puedan producir en torno a la defensa de la singularidad de Cajasur en los términos que prefiere su presidente, Miguel Castillejo. PSOE e IU aguantaron como pudieron días atrás sus posiciones respecto a este asunto en el pleno del Ayuntamiento de Córdoba, al reclamar algo tan elemental como la democratización de los órganos de gobierno de las cajas.
Un gesto no bien recibido por la entidad que, en cambio, ya ha contabilizado, tal y como aquí se apuntó, el oportuno apoyo de Ausbank, la organización que se entiende está creada para la defensa de los usuarios de la banca y las propias cajas. Es raro que aún no se hayan pronunciando las autoridades eclesiásticas o el mismo Vaticano en defensa del carácter religioso de esta potente caja andaluza.
Será, igualmente, una semana de nombres propios. Antonio Romero estrenando su flamante nuevo mandato como coordinador regional de Izquierda Unida y candidato a la presidencia de la Junta. Lo mismo se puede decir, esperemos, del alcalde de Jerez, Pedro Pacheco, quien deberá ser nominado, ya oficialmente, para esta responsabilidad por parte de la ejecutiva del PA, que se ha de reunir este viernes. Mientras, el alcalde de Granada, José Moratalla, se debe situar al frente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias, que celebrará estos días su asamblea regional. Moratalla, que sustituirá al alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, podría estar flanqueado por Celia Villalobos (PP) y Rosa Aguilar (IU).
No conviene tampoco dejar atrás las sorpresas que aún puede deparar el caso Sanlúcar, por el que se investiga el intento de compra de un concejal del PP. Puede que ante el juez que investiga los hechos acuda hasta el apuntador, si es que prosperan las peticiones de unos y otros. Y no sólo en calidad de testigos, sino como imputados directamente en este asunto.
ANTONIO YÉLAMO
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