Calma y desorden

Un hombre menos flemático que José María Aznar podría estar sufriendo ciertos miedos otoñales. Las conversaciones de paz con los separatistas vascos están atascadas, el Partido Popular tuvo unos pobres resultados en las recientes elecciones catalanas, y la inflación anual se ha elevado lo suficiente como para asustar a algunos de sus consejeros económicos. Con las elecciones generales dentro de seis meses Aznar todavía dice que es "el hombre más tranquilo de España". ¿Debería estarlo?(...) Está conteniendo pacíficamente el problema vasco. La cuestión principal, políticamente para Aznar y en general para los españoles, es que la tregua declarada hace 13 meses por ETA, se mantiene. (...) La mayor dificultad está en ofrecer a los vascos una "autodeterminación" más allá de la amplia autonomía que ya tienen (...), lo que significaría enmendar la Constitución.

La dependencia de Aznar en los partidos conservadores regionales, vasco y catalán, para mantener su Gobierno en Madrid tiene un precio preocupante. Lo ilustra los resultados del PP en las recientes elecciones catalanas. Por primera vez en muchos años, el partido socialista obtuvo más votos que los nacionalistas, que sin embargo obtuvieron más escaños en el Parlamento (...).

Inusualmente, los socialistas catalanes formaron una alianza con los ex comunistas. En las elecciones nacionales, los socialistas se han negado a coligarse con los ex comunistas. Pero esto, gracias a Cataluña puede cambiar. Malas noticias de nuevo para Aznar.

6 de noviembre