La mujer del César

El diputado del PP Luis Concepción es presidente de la comisión de sanidad de las Cortes Valencianas y estos días ha sido implicado en un negocio de exploraciones radiológicas cuantificado en más de mil millones facturados a Sanidad. No voy a entrar en sus entretelas ni teñir la reputación del citado parlamentario. A falta de otras precisiones o pruebas, lo único cierto es que se trata de un asunto que alienta la sospecha, quizá por lo vivas que están las susceptibilidades en punto a tráfico de influencias y favoritismos. Un favoritismo, al menos, resulta indudable: el mimo que el gobierno autonómico otorga a la medicina privada a costa de la pública, desmantelada sin prisa y sin pausa. Aquí ni siquiera se salvan las apariencias. A la primera oportunidad, los pacientes son derivados a clínicas particulares con unos costos que bien hubieran podido financiar esas mismas instalaciones en la sanidad pública. Es el modelo que se postula y está refrendado por los votos. Pero al menos debiera ser y parecer honrado, como la mujer del César.