Un informe técnico del Insalud reconoce "problemas de construcción" en Valdecilla
El informe técnico elaborado por el Insalud sobre el siniestro ocurrido el pasado martes en el hospital Marqués de Valdecilla (Santander), en el que murieron cuatro personas, confirma que la fachada que se desplomó parcialmente tenía "problemas de construcción", aunque el agua y el viento fueron los detonantes del desastre. El informe parece descartar cualquier tipo de responsabilidad al asegurar que "resultaba imposible haber tomado ninguna medida para evitar este accidente", del que asegura que "no era esperable ni previsible".
El estudio de la comisión investigadora achaca el desastre a "una conjunción" de elementos, entre los que también incluye los bruscos cambios de temperatura y "los movimientos propios de la estructura del edificio y su dilatación".La pared noroeste del edificio de Traumatología soportaba un peso de unos 400 kilos por metro cuadrado, cuando la media habitual es de unos 200 kilos, con anclajes "ineficaces" para sujetar una fachada de recubrimiento de 11 plantas que no tenía "ninguna ligazón" con el muro interior.
Los técnicos autores del informe, dos arquitectos y tres ingenieros, aseguran que el desplome se produjo por "el efecto combinado del agotamiento mecánico de alguno de los apoyos, la presión dinámica del viento , el fallo de apoyo y la sobrecarga progresiva que han provocado una rotura frágil por cizalladura en el resto de los apoyos afectados".
Este tipo de siniestros, según el informe, se presentan "de forma súbita, sin manifestar indicios previos tales como fisuras, grietas o deformaciones del paramento", por lo que, agrega, "resultaba imposible haber tomado ninguna medida para evitar este accidente" que "no era esperable ni previsible".
El arquitecto del Insalud Luis Fernández Inglada, que ha coordinado el informe, subrayó que la fachada era muy pesada debido a los materiales empleados en su realización. El grosor del muro de revestimiento desprendido era de 20 centímetros, por la acumulación de dos tipos de ladrillo, dos capas de cemento y el propio azulejo blanco exterior. Dicho muro estaba separado de la pared interior por una cámara de aire y apoyado en bases de ladrillo y cemento que, a su vez, se sustentaban en las vigas metálicas horizontales de la estructura que marcan el suelo de los pisos.
"En la zona media de la fachada, uno de esos apoyos debió ceder, empujado y succionado por el viento, y el resto se vino abajo", explicó el arquitecto. "Así era como se construía hace 25 años, con unas técnicas que ya no se utilizan", precisó.
El informe sugiere la adopción inmediata de siete medidas. Entre ellas, además de la demolición de la sección de fachada que no ha caído, un "plan de actuación urgente del resto de las fachadas y los elementos estructurales ligados a ella". Fernández Inglada admitió incluso que "no se descarta la demolición total del edificio siniestrado", aunque el informe certifica el buen estado de su estructura y niega que haya riesgos para la seguridad.
Sin embargo, UGT denunció ayer la precariedad de las condiciones en que tuvieron que trabajar los bomberos que acudieron al hospital para rescatar a las víctimas del desastre. Cuando llegaron se encontraron con que la construcción de un centro comercial en la entrada principal dificultaba los accesos al edificio y tuvieron que apartar numerosos vehículos aparcados para abrirse paso.
El responsable de bomberos de dicho sindicato, Francisco González, aseguró que el hospital es una "ratonera" y un "cúmulo de despropósitos", tanto por su estructura interior como exterior. El centro hospitalario, agregó, carece de planes de emergencia, evacuación e incendios y no cuenta con un departamento de salud laboral, pese a que le obliga la ley, al tener más de 1.000 trabajadores.
Por otro lado, el Insalud anunció ayer la puesta en marcha de un plan para revisar y, si es necesario, asegurar las fachadas de los centros sanitarios construidas con técnicas similares a las del Marqués de Valdecilla. Entre los hospitales que serán inspeccionados figuran los de Avilés, Central de Asturias (Oviedo), Son Dureta (Palma de Mallorca) y León; así como los de La Paz, Doce de Octubre y Ramón y Cajal, en Madrid.
El director del Insalud de Madrid, Albino Navarro, reconoció ayer que hace unos meses se detectaron "algunos problemas en la fijación de elementos de las fachadas" del Ramón y Cajal. El concurso para su reparación, por un importe de 260 millones de pesetas, se publicó el 28 de octubre en el BOE.
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