Los técnicos cerámicos admiten en Castellón no estar preparados para aplicar estrategias de comunicación
Alrededor de 400 técnicos cerámicos se dan cita, desde ayer, en Castellón, en un congreso organizado por la Asociación Española de Técnicos Cerámicos (ATC). Su presidente, Carlos Ramos, admitió ayer que el colectivo no está preparado para marcar ni aplicar estrategias de comunicación dentro de sus empresas por lo que su objetivo por el momento se ciñe en dar a conocer las posibilidades que otorga el campo de la comunicación y su importancia.Para ello, ayer participó en la inauguración del congreso el ex portavoz del Gobierno y presidente de la central de medios Carat España, Miguel Ángel Rodríguez, quien apuntó, como clave, el hecho de que el sector azulejero, pese a su destacada importancia en el sector industrial global, es uno de los grandes desconocidos por la sociedad. "No es un defecto del sector", señaló Rodríguez, "ya que en España casi ninguno le da a la comunicación la importancia que debería darse cuando, por ejemplo, la subida o bajada de la bolsa depende, en un grandísimo porcentaje de la comunicación".
Rodríguez participó con una conferencia titulada Claves para el liderazgo del sector cerámico: la comunicación y la publicidad, en la que expuso las bases de la mercadotecnia, la estructuración que favorezca la aplicación de una estrategia y el estado de los actuales medios de comunicación y sus posibilidades.
Tras la intervención de Rodríguez tuvo lugar otra que resultó más explícita, ya que Carlos Romagosa, director de las revistas Azulejo y Técnica Cerámica utilizó la caricatura y la escenografía teatral para hablar de los tópicos en la comunicación, la promoción y la publicidad azulejera. Romagosa realizó un repaso por los "adjetivos supercalificativos" en lugar de "expresiones atinadas" que utilizan las empresas en sus comunicados, las "palabras que pierden su significado para que una euforia semántica se apodere del espacio que debería ocupar la precisión del lenguaje comunicativo" o las "ansias de venta" que llevan a la utilización de expresiones exageradas o inexactas. Carlos Romagosa apuntó su duda sobre si a las empresas les "convendrá" la trasparencia que exigirá un futuro basado en la veracidad y credibilidad de los mensajes "pero los técnicos están de nuevo ahí ofreciendo las soluciones que se les piden".
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