La estación de esquí de Baqueira-Beret pretende extenderse al Pallars Sobirà
La empresa que explota la estación invernal de Baqueira-Beret, en la Val d"Aran, ha iniciado los trámites para ejecutar uno de sus proyectos más soñados: conquistar el norte de la vecina comarca del Pallars Sobirà para poder ampliar sus actuales instalaciones. El proyecto, al que se oponen los ecologistas, puede ser realidad en un plazo de tres años si obtiene los permisos administrativos. Los responsables de Baqueira-Beret presentaron el martes al Ayuntamiento de Alt Àneu el proyecto de ampliación de las pistas de esquí. El acto informativo despertó un gran interés entre los vecinos de la zona, que ven en esta iniciativa una gran oportunidad para reforzar las expectativas turísticas y económicas de la comarca. La inversión prevista es de más de 10.000 millones de pesetas. Jesús Serra, consejero delegado de Baqueira-Beret, explicó ayer que la ampliación supondría la creación de una nueva superficie esquiable de 154 hectáreas en los valles de Àneu, con un entramado de 12 telesillas y remontes con capacidad para trasladar a 27.000 esquiadores por hora que conectaría fácilmente el pequeño pueblo de Sorpe, donde estaría el acceso principal, con las instalaciones que se construirían en Argulls, cerca del puerto de la Bonaigua, a más de 2.600 metros de altitud.
El proyecto supondría, en caso de ser aprobado por el consistorio de Alt Àneu, una importante ampliación del actual dominio esquiable de la estación aranesa, que ahora es de 825 hectáreas, pero afecta de lleno a un valle virgen, sin acceso para el tráfico rodado, incluido en el Plan de Espacios de Interés Natural (PEIN) de la Generalitat, que hace incompatible la construcción de pistas de esquí con la conservación de uno de los parajes mejor conservados del Pirineo leridano.
Serra señaló que el proyecto no vulnerará las directivas del PEIN y se adaptará a las normas subsidiarias de Alt Àneu, que exigen la redacción de un plan especial para autorizar nuevas instalaciones invernales en la zona. La última palabra la tiene la Comisión Provincial de Urbanismo, que emitirá un informe favorable o negativo en función de los que emitan los organismos de la Generalitat.
Los responsables de Baqueira-Beret confían en tener la autorización antes de seis meses para poder iniciar las obras de ampliación nada más finalizar la temporada de esquí. Sin embargo, la Plataforma para el Desarrollo Sostenible del Macizo de Beret, formada por entidades ecologistas y excursionistas de Cataluña, ha anunciado su oposición al proyecto, por considerar que afectará gravemente a una zona protegida y de alto valor ecológico. "Provocará daños irreparables en un valle donde se conservan ejemplares de fauna y flora únicos en el Pirineo, especialmente especies en peligro de extinción, como la perdiz nival y la lechuza pirenaica", señaló ayer Joan Vázquez, secretario general del grupo ecologista Ipcena.
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