Tres informes oficiales ratifican que Fecsa causó el incendio del Berguedà

Los informes de la Guardia Civil, de los Mossos d"Esquadra y de los agentes forestales tras el incendio que se declaró el 4 de julio de 1994 en el Berguedà indican de manera unánime que el fuego se originó en la línea eléctrica de Fecsa que suministra al núcleo de Gargallà. Estos informes, que hasta ahora no habían trascendido, coinciden con la opinión de diversos vecinos de la zona.

El fuego de Gargallà destruyó 25.000 de las 65.000 hectáreas de bosques y cultivos que arrasó este incendio, que también tuvo otros focos en Sant Mateu de Bages y Casserres (Berguedà) y en el que fallecieron dos personas. El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Berga acordó el pasado 26 de octubre la apertura de juicio oral por los hechos e imputó un delito de imprudencia temeraria con resultado de incendio al jefe de mantenimiento de la compañía Fecsa, Llorenç Villalonga. El juez considera que sobre él pesa la responsabilidad civil directa y sobre la compañía Fecsa y su aseguradora, Centro Asegurador SA, la indirecta, por lo que fija una fianza civil de 6.000 millones de pesetas.

El juez de Berga rectificó una decisión de su antecesor en el cargo, quien en el mes de noviembre del 1998 dictó el sobreseimiento provisional del caso. Esta decisión se fundamentó en un informe del Laboratorio de Ensayos e Investigaciones Científicas de la Generalitat, que analizó la funda plástica de la línea que supuestamente causó el incendio y llegó a la conclusión de que por causas de sobrecarga de la red no se podía incendiar.

Lo que no se analizó en este estudio es el cable eléctrico que supuestamente originó el fuego. La Guardia Civil indica en su informe que el incendio se originó "al caer las gotas de metal incandescente de los cables del tendido eléctrico".