Fuego que no devoró

Soy el presidente de la compañía que, según informa el diario EL PAÍS del 19 de octubre, fue totalmente destruida por el fuego el pasado día 18.Afortunadamente escribo desde mi intacto despacho en esta compañía.

Nuestro rico idioma nos da a elegir el uso de muy diversos vocablos para expresarnos. Pero hay que saber elegirlos para bien definir lo que queremos contar, y no faltar a la verdad.

Devorar (consumir, destruir) o arrasar (echar por tierra, destruir), como dice su noticia, no corresponde a la realidad habida. A pesar de la impresionante fotografía que nos dedican, con gran ánimo de desinformación, su noticia, desgraciadamente, sólo contiene una verdad. Un compañero nuestro se encuentra en grave estado en un hospital. Todo lo demás es falso. El fuego "devoró" sólo 20 metros cuadrados de una fábrica de 4.000. Cuando llegaron los bomberos, el fuego estaba controlado por nuestros medios, y todo el personal, instruido en nuestro plan de seguridad, había evacuado la fábrica en menos de dos minutos.

No sabemos qué alcance puede tener su noticia en nuestra actividad comercial (seguramente no favorable), pero sí sabemos de la zozobra y gran disgusto que han creado entre nuestros muchos clientes y amigos. Aunque también es cierto que habrán dado un momento de alegría a nuestros pocos enemigos (el que tiene mala voluntad a otro y le desea y le hace mal) que contemos.-