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El Supremo de Florida ve hoy el recurso del español condenado a muerte

El Tribunal Supremo de Florida, reunido en Tallahassee, la capital de ese Estado, escuchará hoy los argumentos orales de la defensa de Joaquín José Martínez a favor de la concesión de un nuevo juicio al único ciudadano español condenado a muerte en Estados Unidos. El Supremo, tras el acto de hoy, puede tardar meses en tomar una decisión.

El tribunal también escuchará a la acusación, que sostiene que Martínez ya tuvo un juicio justo en 1997, cuando fue condenado en Tampa a morir en la silla eléctrica como autor del asesinato de una pareja. Peter Raben, el nuevo abogado de Martínez, pagado con el dinero solidario de cientos de españoles, argumentará ante el Supremo de Florida que aquel juicio de 1997 estuvo marcado por irregularidades técnicas y la mala calidad de la defensa del acusado.El condenado y sus padres, Joaquín y Sara, estarán hoy arropados en Tallahassee por enviados de la diplomacia, los colegios de abogados y el Senado españoles y por representantes de Amnistía Internacional. Esas instituciones, al igual que el papa Juan Pablo II y el Parlamento Europeo, han solicitado clemencia o un nuevo juicio para el preso español.

Martínez siempre se ha declarado inocente del asesinato en 1995 del traficante de drogas Douglas Lawson y de su compañera, Sherry McCoy. En su contra no existen pruebas materiales incontestables como testigos oculares, las armas de los crímenes, huellas dactilares o restos de sangre.

La policía y la fiscalía de Tampa construyeron en 1997 su acusación basándose en pruebas indirectas, como las declaraciones de la exesposa y la novia de Martínez y una grabación de muy mala calidad.

El uso de la silla eléctrica está suspendido en Florida desde que la pasada semana el Tribunal Supremo de Estados Unidos decidió estudiar si ese método de ejecución es inhumano y anticonstitucional. En los más de cien años de historia de ese instrumento, es la primera vez que el máximo organismo judicial del país, situado en Washington, acepta pronunciarse sobre su constitucionalidad.

Los siete jueces del Supremo pueden tardar hasta un año en decidir si Martínez, de 28 años, merece otra oportunidad para probar su inocencia. En la última década han concedido nuevos juicios "en más de un 40% de las apelaciones de condenados a muerte", informa Craig Waters, portavoz en Tallahassee de ese organismo judicial. En lo que llevamos de año, el Supremo de Florida ha ordenado la celebración de dos nuevos juicios a condenados a muerte. Uno de los dos casos es el de un preso hispano al que el fiscal llamó constantemente "Pinocho" durante la vista oral para inculcar en el jurado la idea de que era un mentiroso.

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