Orihuela recupera su deprimido y monumental centro histórico
El monumental centro histórico de Orihuela está sufriendo la mayor transformación de su historia. A diferencia de otras ciudades que mantienen ralentizados los planes para recuperar sus cascos históricos, la capital de la Vega Baja sí está plasmando en obras las inversiones que recibe para desarrollar el ambicioso proyecto de reurbanización de sus espacios más emblemáticos.
A lo largo de los últimos años se han diseñado en las ciudades de más importancia histórica de la Comunidad Valenciana proyectos para recuperar las zonas antiguas de sus cascos urbanos. No todas los han desarrollado. Orihuela, una de las plazas más monumentales del territorio valenciano, está materilizando las obras contempladas en su plan especial de ordenación y protección del centro histórico, y al mismo tiempo acomete un ambicioso proyecto de reurbanización de sus calles y plazas más antiguas. Fuentes del Consistorio oriolano recalcan que el barrio antiguo de la ciudad sufre en estos momentos la transformación más importante de toda su historia.En el entorno de las obras que se acometen se encuentran los edificios con mayor grado de protección de la ciudad: Catedral de San Salvador, Palacio Episcopal, Iglesia de las santas Justa y Rufina, Iglesia de Santiago y Palacio del Marqués de Arneva, entre otros. Se trata, en definitiva, de adecuar esos espacios a través de su rehabilitación integral para realzar los monumentos. El plan incluye desde la renovación del pavimento y alumbrado hasta la instalación de nuevo alcantarillado y mobiliario urbano.
Con estas obras de rehabilitación, el casco antiguo se prepara para recibir a los 5.000 estudiantes que pronto iniciarán las clases en el corazón de la ciudad, donde se construye el campus de La Salesas, dependiente de la Universidad Miguel Hernández. Los responsables municipales de Orihuela están convencidos de que la sede universitaria será clave en la recuperación del degradado centro histórico, donde también se construye un colegio mayor y un hotel, dotación ésta última de la que carecía la ciudad. De nada serviría la rehabilitación urbanística si ésta no lleva aparejada la recuperación social del centro histórico, que en las últimas décadas ha sufrido un notable despoblamiento.
Palacio Episcopal
Al margen del plan de reurbanización de calles y plazas del casco antiguo, la ciudad está recuperando uno de sus edificios más emblemáticos: el Palacio Episcopal, declarado monumento nacional, en el que la Consejería de Obras Públicas y Urbanismo invierte 1.000 millones de pesetas. El ex consejero de Obras Públicas y ex alcalde de Orihuela, Luis Fernando Cartagena, impulsó la firma de un convenio con el Ayuntamiento por el que la Administración autonómica se comprometía a invertir 1.750 millones de pesetas en el deprimido casco antiguo de la ciudad.
Gracias a aquel acuerdo y a otras actuaciones complementarias, el monumental centro histórico de la capital de la Vega Baja está recuperando su esplendor. Otra obra destacada es la recuperación del entorno del colegio Santo Domingo. Los edificios que se construyeron a su alrededor -una de las mayores aberraciones urbanísticas que se han cometido en la ciudad- han desaparecido en unos casos o se han adecentado en otros, con el objetivo de recuperar las perspectivas de la mayor joya renancentista de la Comunidad Valenciana.
Los edificios de la fachada del río Segura, algunos monumentales, se están rehabilitando con ayudas públicas. También el viejo Teatro Circo, uno de los pocos edificios de este tipo que quedan en España, abrió de nuevo sus puertas después de su acondicionamiento.
Las obras de reurbanización del barrio antiguo, que se gestionan desde la nueva Oficina Municipal del Casco Histórico, se han divido en tres fases. La primera de ellas se adjudicó a la empresa Cauce Proyectos y Obras. Fuentes municipales calculan que los trabajos concluirán en un plazo inferior a los dos años.
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