La competencia obliga a las mafias a rebajar a 50.000 pesetas el precio del viaje
La creciente oferta de pateras en las costas occidentales de Marruecos ha desplomado los precios que cobran las mafias de transporte. De las 150.000 pesetas que costaba el viaje por persona a primeros de año, se ha bajado a una media de 50.000 pesetas, según los sin papeles consultados. La travesía es una auténtica locura de 104 kilómetros a merced del mar y el viento, en una lancha de cinco metros de eslora cuyas amuras sobresalen del agua 30 centímetros.Mohamed Abdellhadi, nacido hace 34 años en El Aaiún, acababa de ser capturado el lunes pasado por la noche. Es el único inmigrante que habla español de los 16 que a las 22.00 del domingo se habían apiñado en una patera gris rumbo a Fuerteventura. "Cada uno hemos pagado 50.000 pesetas al dueño de la patera, un marroquí que estaba en una cochera, pero que no es el patrón que nos ha traído. Hay mucha gente que ofrece el viaje y mucha más esperando embarcar".
"Hemos pasado mucho miedo, porque había viento y lluvia fuertes. He venido con mi cuñada Mahgouba, que es esta chica. Tiene 16 años". Mahgouba, de la tribu Elili, no entiende nada. Sonríe.
El caso de Mohamed Abdellhadi es especial. "Yo vine por primera vez en mi propia patera el 24 de mayo de 1998 y pedí asilo político". La Guardia Civil comprueba en su libro de registro la veracidad de lo que dice. "Mi mujer y yo estábamos trabajando aquí. Pero uno de mis dos hijos, que estaban con su abuela, se puso muy enfermo y tuve que regresar". El 3 de febrero aterrizó en Marruecos.
Petición de asilo
"La policía marroquí me detuvo, porque había pedido asilo y mi foto salió en los periódicos", relata. El domingo, 24 de octubre, logró regresar, pero su patera fue capturada por la Guardia Civil a tres millas de Gran Tarajal. "Mi padre era soldado español y murió siendo español y yo, desde luego, quiero morir en España porque nací español", sentencia.Mohamed ha tenido más suerte que su compatriota Abdellahi El Kadiri. La Delegación del Gobierno ha ordenado una investigación para aclarar por qué fue devuelto a su país a pesar de que había solicitado, y se le había tramitado, el asilo. "Este hombre había estado ocho años en cárceles marroquíes y había llegado en patera el 20 de octubre con su madre y su hermana. Pese a todo, no sabemos el porqué, quizás por la saturación de la policía, fue devuelto a Marruecos", explica José Fernández de la Cigoña, abogado de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). Poco más se sabe de él.
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