El ex alcalde de Calonge será juzgado por malversación

El ex alcalde de Calonge, Eugeni Darnaculleta, se sentará en el banquillo de los acusados el próximo mes de diciembre después de que dos ex concejales de Convergència i Unió (CiU) lo acusaran de conceder contratos a dedo y malversación de caudales públicos, entre otros delitos. El caso irá a juicio a pesar de que la fiscalía no presentará acusación y las acusaciones particulares no concretan el grado de participación del ex alcalde. Eugeni Darnaculleta será juzgado por la sección penal de la Audiencia de Girona como presunto responsable de los delitos de prevaricación, malversación de dinero público e infidelidad en la custodia de documentos supuestamente cometidos mientras ejercía su cargo.

Dos ex concejales de CiU denunciaron llevar a la fiscalía las supuestas irregularidades a raíz de un informe sobre una auditoría municipal.

La fiscalía no acusa

La fiscalía, en sus conclusiones provisionales, indica que los hechos que se atribuyen al ex alcalde no son constitutivos de delitos y que las irregularidades contables detectadas debían ser juzgadas a través del contencioso administrativo.

Por su parte, la acusación particular ejercida por los dos ex concejales mantiene que el ex alcalde no facilitó suficiente información para la auditoría del Ayuntamiento, adjudicó contratos administrativos a dedo, condonó unas contribuciones especiales y cometió irregularidades en la contratación de un arquitecto municipal.

Además, acusan al ex alcalde de decretar una modificación ilegal de créditos presupuestarios, de haber efectuado un pago duplicado de certificación de obras, de no perseguir el cobro de unas contribuciones especiales y de haber liquidado al arquitecto municipal una cantidad infinitamente superior a la acordada inicialmente.

No obstante, el escrito de acusación particular no concreta el grado de participación y actitud del ex alcalde en los hechos que se le atribuyen ni formula una petición concreta de pena.

Por su parte, la defensa pide la nulidad de las acusaciones al considerar que su cliente se encuentra indefenso al no conocer los términos exactos de la acusación.

Darnaculleta estuvo también acusado de un delito de prevaricación a principios de los años noventa por haber apoyado la expulsión por dos veces consecutivas de un marroquí realizada por dos agentes de la Guardia Urbana de la localidad, en mayo de 1988.

El ex alcalde explicó en aquel momento que la expulsión del ciudadano marroquí la realizaron los agentes porque se hallaba ebrio y con ello se evitaban problemas posteriores.

El fiscal consideró entonces que se trataba de un delito de prevaricación, al haber dictado una orden de expulsión injustificada.