Un alcalde del PP dedica una placa a "los héroes y caídos de la Cruzada Nacional"

Rafael Bandrés (PP), alcalde de San Mateo de Gállego (Zaragoza), colocó hace una semana, en el cementerio de la localidad, una placa que recuerda a "los héroes y caídos de la Cruzada Nacional" franquista y que reemplaza a la que con anterioridad se encontraba en la fachada de la iglesia. Su decisión ha levantado no sólo la protesta del PSOE, sino también el malestar de su propio partido.

Tras doce años al frente del municipio, cercano a Zaragoza y con 2.200 vecinos, Bandrés afirma no entender la crítica de los socialistas por su actitud. "En la mayoría de los pueblos, cuando se han retirado de las iglesias o las cruces de los caídos, las placas se han trasladado a los cementerios".Sin embargo, el mismo PP aragonés no oculta su contrariedad. "Lo lógico sería que hubiese puesto en el cementerio una placa recordando a las víctimas de la guerra, sin distinción", adujeron fuentes de la dirección.

Pero en San Mateo la polémica tiene otra vertiente, la económica: la placa ha costado 150.000 pesetas a las arcas municipales. "Hubo que hacerla nueva porque cuando se retiró la de la iglesia, que es monumento nacional, alguien la rompió", explica Bandrés, que, además de regidor, es vicepresidente de la Federación Aragonesa de Municipios. "No quiero que se mezcle al partido con mi postura. Es una decisión mia", advierte.

Los socialistas insistieron ayer en que lo de la placa sólo es un hecho más. En la villa sigue habiendo numerosas calles con nombres franquistas, dedicadas al propio general Francisco Franco, a José Antonio Primo de Rivera, al general Moscardó o, sencillamente, a la Vieja Guardia. Así, el pasado 24 de septiembre, intentaron cambiarlos, pero sus cinco votos no pudieron con los seis de los populares.

Bandrés insiste en que son los socialistas "los que remueven viejas heridas y no saben distinguir el grano de la paja". "En ayuntamientos suyos, como el oscense de Alcolea de Cinca", afirma, "el alcalde hizo lo mismo que he hecho yo y nadie dijo nada. Hay cruces de caídos en numerosos cementerios y esto son ganas de hablar porque no tienen otro mensaje". "Una veintena de vecinos estaban en la placa rota y siguen teniendo familia. Eso es así y no se puede olvidar", concluye.