Dos informes revelan fallos en los arreglos del Palacio de los Deportes de Málaga
El Palacio de los Deportes de Málaga sigue estando en el centro de la polémica. Dos informes técnicos de Cemosa, la empresa responsable del control de calidad de la obra, también revelan fallos en la reparación de los daños que hace poco más de un mes forzaron su cierre, sólo 18 días después de la inauguración. Cemosa pone en entredicho los trabajos acometidos por la adjudicataria, Ferrovial, para frenar el deterioro del pabellón, ya que durante al menos dos semanas no se ajustaron a los criterios consensuados entre los técnicos municipales y la constructora. El informe sobre los trabajos realizados entre el 27 de septiembre y 1 de octubre evidencian que se realizaron excavaciones de tres o más metros de espesor cuando se había acordado retirar los rellenos en "rebanadas" de un metro para evitar que la tierra ejerciera más presión de un lado que de otro. El documento advierte de que la reparación "no se está realizando tal y como se había acordado". Más adelante abunda en esta línea: "Los trabajos de emergencia que se están realizando, se están desarrollando con cierta irregularidad a nuestro juicio, ya que se han acometido las excavaciones en determinadas zonas con potencias superiores a la establecida (un metro), aunque con posterioridad se ha ido corrigiendo el método de excavación".
El segundo informe, sobre los trabajos realizados entre el 11 y el 15 de octubre, insiste en que en la fachada este "prosigue la excavación con mayor espesor de lo convenido, ya que ronda los tres metros". No obstante, en los últimos días se apunta que "en líneas generales" la retirada de rellenos se desarrolla según lo establecido.
El primer estudio también cuestiona que los puntales metálicos que sujetan la cubierta descansen sobre las gradas, "circunstancia que no nos parece del todo afortunada, ante el posible riesgo de entrada en carga y posible deterioro de las losas que conforman el graderío".
Estabilización
Sí recoge el último informe de Cemosa un dato tranquilizador: "Hay una clara tendencia a la estabilización" del pabellón ya que la diferencia de movimientos en esa semana fue mínima. Esta circunstancia contrasta con otro aspecto preocupante. Cemosa advierte de que la ausencia de drenajes en todo el perímetro deja las instalaciones en una situación complicada ante posibles lluvias: "El palacio se encuentra en su estado actual [tras la retirada de las tierras de relleno] en una gran cubeta de recogida de aguas sin punto de evacuación alguno. La única salida de las eventuales aguas que pudieran almacenarse es por filtración subyacente, circunstancia que afectaría las capas blandas inferiores, pudiendo reiniciarse los asientos". El pabellón está situado en una zona inundable, en la desembocadura del río Guadalhorce.
Cemosa también da cuenta de la "deformación excesiva" de una viga que une varios pilares y que está "fisurada por flexión en su zona central". Más adelante, la empresa critica que las actuaciones acometidas después de que el 22 de septiembre se acordara el cierre carezcan de una planificación en el tiempo.
Ambos informes ponen en evidencia que la relación entre Ferrovial y Cemosa no son precisamente fluidas. En varios apartados, ésta deja constancia de que no ha recibido información solicitada a la adjudicataria, que a su vez le remite a la dirección facultativa de la obra. Incluso el 14 de octubre, recoge en su informe que Ferrovial le impidió tomar fotografías del interior del pabellón. Ya en la comisión de Deportes celebrada el martes quedó en evidencia la tensión entre ambas empresas. De hecho, la constructora descargó la responsabilidad de los daños en Cemosa al sostener que eran "un problema de suelo" y que el estudio geotécnico no lo hizo Ferrovial, sino esa empresa.
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