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Los dos tránsfugas del PSOE en Móstoles se estrenan votando nueve veces con el PP

El alcalde de Móstoles (195.300 habitantes) José María Arteta, del PSOE, perdió ayer nueve votaciones en su primer pleno como gobierno en minoría. Los dos concejales tránsfugas del PSOE, Mariano Bonilla y Carlos Gallo, estrenaron el grupo mixto y demostraron que, de momento, sólo se entienden con la oposición, del PP. Arteta se buscó una agarradera legal para impedir que se aprobaran siete mociones de urgencia del PP y el grupo mixto, como la investigación de la "supuesta pérdida de 3.000 millones de pesetas procedentes de impuestos que han prescrito por defectos en la recaudación ejecutiva".

La sesión plenaria duró cinco horas, repletas de ataques, insultos y aplausos del vociferante público que abarrotó la sala de la tercera planta del Ayuntamiento. La expectación suscitada por el pleno que certificaba el paso al Grupo Mixto de Mariano Bonilla y Carlos Gallo provocó controles de la policía local a la entrada del pleno, carreras para coger un asiento y hasta la irrupción de una veintena de okupas, que, aunque interceptados en la antesala, paralizaron la sesión unos minutos con sus proclamas, hasta que la policía los desalojó.Los concejales no tardaron en brindar al público la emoción que ansiaba. Aprovecharon la consabida petición de Gallo y Bonilla de que se creara el Grupo Mixto para arrojarse todos los reproches posibles. Empezó Gallo insistiendo en que su fuga del grupo socialista es "producto de una reflexión en conciencia para beneficio de los vecinos". Le siguió el portavoz municipal de IU, Carlos Taberneiro, con una enmienda para que el grupo de los tránsfugas no se llamara mixto, sino de "no inscritos", como se recoge en el acuerdo sobre el transfuguismo en las corporaciones locales, firmado en julio de 1998 por el ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, del PP, y los representantes de trece partidos políticos.

Sin mayoría

Sin embargo, los votos en contra de los 13 ediles populares mostoleños y los dos tránsfugas derribaron las pretensiones del Gobierno del PSOE e IU (12 ediles). El portavoz del PP, Esteban Parro, pidió al regidor, hasta cinco veces seguidas, que dimitiera. "El día 3 de julio de 1999 (fecha de constitución de las corporaciones locales) usted se arrogó la mayoría de concejales y evitó que el partido más votado gobernase; ahora no cuenta con esa mayoría, así que también es lícito que dimita", le espetó. El alcalde contraatacó: "Tengo el apoyo del pueblo y no me hace falta el de dos tránsfugas; demuestren el coraje político de suscribir una moción de censura y Móstoles tendrá un alcalde apoyado por tránsfugas". "Claro que no les conviene, porque con unas elecciones generales a la vuelta de la esquina, la jugada les penalizaría en las urnas", remató.

Una calma tensa reinó en los 13 puntos siguientes del orden del día. Salvo uno sobre urbanismo -que ganaron los concejales de la oposición con los del mixto-, el resto salió adelante con los votos unánimes de la Corporación. Paradójicamente, siete de esos puntos los proponía el PP.

La movida refluyó en el apartado de las mociones de urgencia. La oposición presentó cinco: el cierre del periódico municipal 30 días; la reprobación del alcalde por su "espectáculo" en la presentación oficial del proyecto del metrosur (Arteta plantó a Ruiz-Gallardón en la comida con los alcaldes de las ciudades por las que pasará el suburbano); la aprobación de las ordenanzas fiscales, un reglamento orgánico y la rendición de las cuentas municipales en el plazo "improrrogable" de 15 días; la revocación de las competencias del alcalde y de la comisión de gobierno, y la cesión de las competencias del Plan General de Ordenación Urbana al Instituto Municipal del Suelo.

Por su parte, Bonilla y Gallo presentaron cuatro propuestas urgentes: una comisión que averigüe por qué "el Ayuntamiento ha perdido, al parecer, 3.000 millones de pesetas en impuestos al prescribir el periodo de recaudación ejecutiva porque no se notificó ni publicó en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid"; la nueva composición de las comisiones informativas (con un puesto para el mixto en todas); la eliminación de varios cargos de confianza (entre ellos el de la concejalía de Vías que ostentaba Bonilla) y la convocatoria de los consejos de administración de todas las empresas públicas. El PP y el mixto volvieron a aliarse en la votación y sacaron a flote 7 de las 9 propuestas. Pero el alcalde, a la hora de debatirlas, frenó el ímpetu de la oposición reclamando un informe al secretario sobre la supuesta ilegalidad de las propuestas, análisis que el funcionario se negó a realizar en el momento. "No soy Dios", dijo, y el interventor remató la jugada del regidor leyendo un artículo legal que recomienda posponer el debate de las mociones de urgencia hasta el pleno siguiente, para disipar sombras de ilegalidad.

El PP encajó mal la "argucia dilatoria" del alcalde y su presidente, Fernando Bastarreche, resaltó que todas las mociones de urgencia iban "encaminadas a demostrar la incapacidad del alcalde para gobernar". El concejal del mixto Mariano Bonilla repitió que siguen "abiertos a dialogar con todas las fuerzas políticas".

El diario 'Madrid' y los 3.000 millones

Varios concejales y el público perdieron los nervios en muchos tramos del pleno de ayer, al hilo de algunos asuntos candentes. Se llevaron la palma los 3.000 millones de pesetas "presuntamente desaparecidos" y el intento frustrado de cierre del periódico municipal 30 días. "Me recuerda a la voladura del diario Madrid", comentó indignado el alcalde al referirse a la propuesta del PP (apoyada por el mixto) de echar la cancela definitiva a esta publicación mensual dependiente de la alcaldía. "Hemos asistido a un espectáculo lamentable por culpa del PP, que ha planteado el cierre de un medio de comunicación, algo más propio de los tiempos de Franco y Fraga Iribarne", lamentó Arteta. "Yo no estoy de acuerdo con los medios de comunicación que controla la derecha y no por eso reclamo su cierre", añadió.El público, animado por la trifulca, se enzarzó con gritos en contra y a favor -según- de la televisión pública. La otra cuestión que avivó la polémica fue la de la creación de una comisión que investigue si el Ayuntamiento ha perdido 3.000 millones de pesetas en impuestos por no recaudarlos a tiempo. La oposición se confesó preocupada por el hecho de que "quien administre los fondos pueda haber hecho un mal uso de ellos", mientras que el alcalde Arteta anunció al final del pleno que apoyará esa comisión investigadora más adelante. No lo hizo en la sesión por una cuestión estratégica.

El alcalde arremetió contra los concejales díscolos por su propuesta de eliminar gran parte de la treintena de cargos de confianza aprobados al inicio del mandato y se refirió al asunto con sarcasmo: "Bonilla se debe de haber equivocado en los cálculos de su exterminio de los asesores porque cuando él era edil de Vías y Obras tenía un cargo de confianza y ahora quiere suprimirlo". "O sea, que cuando él era concejal se necesitaba a ese asesor y ahora que ya no lo es, pues que se fastidie el que le siga", dijo. La nómina de cargos de confianza sólo se puede modificar al inicio de un mandato o en la aprobación de presupuestos.

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