El juez decano de Álava respalda a la instructora del "caso Rubio"
Jaime Tapia, juez decano de Álava, ha rechazado las críticas que la asociación Clara Campoamor ha vertido contra la instructora del caso Rubio, en el que aquélla está personada como acusación particular. "Lo que no se puede hacer es investigar la vida de una persona hasta su infancia. Hay que remitirse a los hechos y a las pruebas", indica Tapia frente a las críticas por la forma en que la juez María Ángeles Andrés ha llevado la investigación del asesinato de la abogada vitoriana Begoña Rubio. Andrés ha abandonado esta semana su plaza para trasladarse a un juzgado gallego.La acusación particular ha censurado en diversas ocasiones la ausencia de la juez en momentos clave del proceso, como fueron la detención y la primera toma de declaración a Koldo Larrañaga, autor confeso del crimen, y ha insistido en la necesidad de que se investiguen presuntas conexiones del detenido con otras personas y otros delitos cometidos fuera del País Vasco.
"Hay que darse cuenta de que tenemos un Derecho Penal de hecho y de autor, y tengo la sensación de que alguna de las partes quiere que se investigue toda la vida del imputado", señala Tapia. El juez decano cree que no se descubre nada "a base de enviar oficios a un sitio y otro" y señala a la policía como la encargada de realizar las investigaciones, "ya que es quien debe proponer vías de indagación, ante las que el juez nunca se va a negar". El decano apela igualmente al procedimiento marcado por la Ley de Jurado para justificar una instrucción en que se debe investigar "estrictamente lo que es necesario", dejando la mayor parte de las pruebaspara la vista oral.
Una vía muerta
Sobre la posible existencia de un grupo delictivo en el que pudiera estar involucrado Koldo Larrañaga, circunstancia apuntada por las acusaciones al inicio de la instrucción, Tapia entiende que se trata de "una vía muerta, o al menos, muy difícil de descubrir".
La salida de la instructora María Ángeles Andrés del Juzgado de Instrucción número 3 de Vitoria, que sigue los procedimientos abiertos por los asesinatos de Begoña Rubio y del empresario de máquinas tragaperras Agustín Ruiz, los dos crímenes cuya autoría ha reconocido Larrañaga, no parece estar relacionada con las críticas que ha suscitado su actuación.
La demanda de traslado fue cursada por la juez con anterioridad al asesinato de Rubio y ha sido en fechas recientes cuando el Consejo General del Poder Judicial ha aprobado su nuevo destino. Será su sustituto, Juan Manuel Aguiar, el que ocupará la plaza de manera provisional en tanto el órgano de gobierno de los jueces no designe un nuevo titular para el puesto. El juez decano justifica su designación por el conocimiento que tiene de la causa, dado que este profesional tuvo que ser quien tomara la primera declaración a Larrañaga tras su detención por efectivos de la Ertzaintza en Madrid.
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