Con los interinos

Ya estoy un poco harto de eso de que los jóvenes no nos involucramos en la sociedad, que sólo nos interesa ir a lo nuestro (que lógicamente es un mundo corrompido de alcohol, drogas, sexo y violencia). Y es que realmente parece que sólo existiéramos de viernes noche a lunes por la mañana en diferentes formas: apuñalamientos, comas etílicos, violaciones, robos, atropellos... si no, miren ustedes los periódicos.Me niego a creer que esa es mi juventud y la de mis amigos. Por supuesto que como en todas partes hay desequilibrados, pero tampoco es menos cierto que cada vez nos estamos involucrando más en cambiar lo que nos parece injusto de nuestra ¿civilizada? sociedad.

Así que ¿qué pasa con los chavales que se van con las ONGs cada verano para ayudar desinteresadamente a poblaciones necesitadas de África y América? ¿Acaso no existimos todos los que estamos metidos en asociaciones juveniles o en movimientos sociales donde "damos la cara" diariamente para reivindicar unos derechos básicos de los que se supone todos deberíamos gozar? ¿Tampoco merece ser noticia el reconocer la labor voluntaria que realizan jóvenes individualmente con niños y ancianos de nuestras ciudades?

Frente a esto, nuestra sociedad nos encasilla con etiquetas y tópicos publicitarios porque ahora, de repente, se han dado cuenta no de que existimos, sino de que también consumimos. Todo, menos aceptar a los jóvenes como lo que realmente somos: un grupo compacto y sin embargo heterogéneo de personas que tenemos la osadía de llamar a las cosas por su nombre, de reivindicar y exigir derechos tan importantes y necesarios como el disponer de una educación objetiva, plural y útil que realmente nos prepare a pensar por nosotros mismos sin tener que ser borregos de nadie, el que se nos facilite la búsqueda de una vivienda, el proponer soluciones eficaces para atajar de una vez el tremendo desempleo que padecemos o el luchar contra cualquier tipo de marginación.

Y es que una cosa es que los jóvenes nos amoldemos sumisos a una sociedad ya previamente impuesta ante la cual las únicas salidas que tenemos son el derecho a la pataleta o el pasar de todo encogiéndonos de hombros y otra muy distinta es que nos tomemos la libertad de señalar lo que está mal atreviéndonos a proponer soluciones alternativas; esto, además de políticamente incorrecto, seguro que es considerado hasta peligroso.- Juan Bertuchi. Miembro de Colega de Andalucía. Málaga.

El señor Almunia afirma que de ganar las elecciones abrirá los colegios durante 12 horas todos los días durante 11 meses al año. ¿Ha olvidado el señor Almunia que determinadas comunidades autónomas gobernadas por su partido ya han aprobado anteriormente iniciativas al respecto?Este es el caso de Andalucía, en la cual se aprobó una normativa de la Consejería de Educación y Ciencia para facilitar el uso de estas instalaciones. La Orden del 26 de junio de 1998 regula la utilización de las instalaciones de los centros docentes públicos no universitarios por los municipios y otras entidades públicas y privadas, pero no se destinaban fondos y se obligaba a cualquier interesado a cumplir estrictos requisitos así como a correr con todos los gastos. Y eso no es todo: esa misma ley remataba la faena recogiendo el derecho a cobrar ingresos por parte de los centros para poder hacer uso de las instalaciones... ¡públicas!

En los pocos casos que salió algo de esto adelante, desgraciadamente, fue en aquéllos en los que se montó el negocio "bajo cuerda" con algún amiguete de confianza del partido o de la APA correspondiente.

Se vendió la imagen de que esto salía adelante y se ilusionó a los ciudadanos con la idea, pero lo único que encontraron es que, una vez más, los ciudadanos, que son los que financian lo público, no podían hacer uso de esas instalaciones si no volvían a pagar (otra vez más) los gastos de estas instalaciones.- Gabriel Ruiz Enciso. Málaga.