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EL PROCESO DE PAZ

El PNV y EA piden a los terroristas y al Ejecutivo que respeten la voluntad de los vascos

Pedro Gorospe

El PNV y Eusko Alkartasuna, que comparten con Herri Batasuna e Izquierda Unida el Pacto de Lizarra, adoptaron ayer una postura de equidistancia respecto al comunicado de ETA y al del Gobierno central sobre el proceso de paz. Así, las formaciones de Xabier Arzalluz y Carlos Garaikoetxea pidieron tanto a la banda terrorista como al Gabinete que preside José María Aznar que "ambos" manifiesten su respeto a la decisión y voluntad de los vascos. "Ésa es la clave", declaró ayer el portavoz del PNV, Joseba Egibar. "ETA y el Gobierno deben sentarse a hablar ya", dijo, a su vez, el vicesecretario general de EA, Rafael Larreina, "y, además, respetar las decisiones de la sociedad vasca".

Los partidos nacionalistas vascos intentaron ayer ver el comunicado de ETA con buenos ojos y extrajeron de él, al menos para contarlo en público, lo más positivo que encontraron. Y lo hicieron distanciándose de su contenido y situando la nota en el contexto de la batalla dialéctica y de imagen que libran el Gobierno -haciendo llamamientos públicos a la banda terrorista para celebrar un nuevo contacto- y la propia ETA, que también de forma pública anuncia su disposición a abordar el abandono de la violencia no sólo a cambio de sus presos, sino también de contenidos políticos. El portavoz del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Joseba Egibar, declaró que ETA ha puesto de manifiesto la continuidad de su alto el fuego. En segundo lugar, explicó que los terroristas han contestado a los reiterados emplazamientos al diálogo por parte del Gobierno. El dirigente peneuvista consideró también que ETA "ha respondido al discurso constante del Gobierno español" con el añadido del respeto a la voluntad de las decisiones que pueda adoptar el pueblo vasco. "Esta pregunta no es nueva, pues se le ha planteado al Gobierno español hace mucho tiempo desde distintas instancias políticas e institucionales", advirtió. La sociedad vasca Tras insistir en que el proceso de paz afecta sobre todo a la sociedad vasca, el dirigente nacionalista expresó que la clave se encuentra en que el Gabinete de José María Aznar diga que va a respetar lo que aquélla decida y en que "ETA haga lo propio". Pese a recordar que el PNV considera "una incongruencia" que el Ejecutivo manifieste su disposición a dialogar con la organización terrorista y no con Herri Batasuna (HB), Egibar reiteró que su partido considera necesario que ETA y el Gobierno "hablen de las cosas que les afectan, como la cuestión de los presos". Aznar declaró el pasado sábado, en Formentor (Mallorca), que "ETA y HB tienen miedo de hablar de paz" y desmintió que hubiera recibido algún tipo de sugerencia o comunicación por parte de la banda de que su tregua llega a su fin si no se producen más movimientos. Para Egibar, el Gobierno y ETA tienen un problema de comunicación. Además, se muestra convencido de que "los emplazamientos públicos" realizados tanto por ETA como por el Ejecutivo "no son la mejor manera para retomar una relación efímera basada en una sola reunión". A su vez, el portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, cree que el comunicado de ETA forma parte de una guerra de sombras en la que cada una de las partes asume posiciones. A juicio del dirigente nacionalista, ETA percibe que el Gobierno no se va a mover hasta después de las elecciones y pretende demostrar que el inmovilista es él. Maximalistas Para Anasagasti, la cuestión fundamental es por qué este comunicado se hace público y por qué se denuncia que se ha pasado información a los medios de comunicación, "porque a nadie se le ocurre que una negociación va a ser televisada, radiada o transmitida en directo y aquí está ocurriendo algo muy importante: que dos no negocian si uno no quiere". En el mismo sentido, el vicesecretario general de Eusko Alkartasuna (EA), Rafael Larreina, exigió ayer al Gobierno y a ETA que hablen más alrededor de una mesa y menos ante la opinión pública. Además, pidió a ambas partes un compromiso de respeto ante lo que, en su momento, decida de forma mayoritaria la sociedad vasca. Larreina cree que lo importante es que, cuanto antes, ETA y el Gobierno se sienten a hablar de los temas de los que tengan que hablar y que, además, se comprometan de modo inequívoco a respetar la voluntad mayoritaria de la sociedad vasca, que es la que tiene la iniciativa y la que debe decidir en torno a los temas políticos.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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