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Reportaje:

Degradada por un beso

La CIA arrinconó a una de sus espías por un supuesto lío amoroso, y ella asegura que fue discriminación sexual

En el amor y en la guerra, todo es válido, lo malo es cuando ambos se mezclan. Eso, dicen los altos gerifaltes de la CIA, es lo que le pasó a una de sus agentes femeninas a la que han degradado. Ella, una veterana de las guerras del espionaje, achaca su caída en desgracia a la flagrante discriminación de la agencia contra las mujeres, y no al beso furtivo que una vez le robó uno de los espías extranjeros a los que supervisaba.El incidente que empezó siendo un chisme de pasillo en el cuartel general de la CIA en Langley, Virginia, ha escalado ahora hasta los tribunales federales de Estados Unidos. En una querella presentada bajo el seudónimo de Grace B. Tilden, la espía alega que, aunque nunca amó al enemigo, la Agencia Central de Inteligencia ha destruido su carrera asumiendo que es débil de sexo y por ello incapaz de llevar a cabo misiones clandestinas. "Jefes y empleados de la CIA que están de acuerdo con desafortunados estereotipos sobre las mujeres inmediatamente pensaron que la señorita Tilden estaba envuelta en un tórrido affaire amoroso con un agente enemigo, revelando secretos de la seguridad nacional en la cama", sostiene la demanda presentada por el bufete Roy Krieger.

Una noche, en un lugar no mencionado en la demanda, Tilden citó a uno de los extranjeros que había reclutado como espía (foreign asset, en el lenguaje de la CIA) a la habitación de su hotel para una reunión de trabajo. Cuando él la besó en los labios, ella le paró en seco, afirma. A su vuelta a EEUU, "confidencialmente" le relató el percance a una colega que, para sorpresa de Tilden, lo divulgó entre el resto de los compañeros. El asunto tardó poco en llegar a las altas esferas, que la exigieron explicaciones y luego la hicieron pruebas psicológicas "para probar su inocencia".

Todo parecía haber quedado aclarado hasta que un día a Tilden se le ocurrió revisar su expediente de personal. "Posible incidente de seguridad", decía escuetamente un informe describiendo el beso. Sin perder tiempo, se quejó de discriminación a sus superiores, que no sólo no movieron un dedo, sino que la despojaron de sus funciones como agente de la sección NOC (Non Official Cover -sin cobertura oficial de identidad-). Como tal, Tilden se hacía pasar por empresaria en distintas partes del mundo y tenía a su cargo varios extranjeros que le pasaban información de interés para EEUU desde hacía ocho años. Ahora está arrinconada en la Dirección de Operaciones en Virginia a la espera de que el tribunal federal le dé la razón.

Pero puede que el final nunca se sepa. Otra demanda de discriminación presentada por nueve mujeres contra la CIA en 1992 acabó con un arreglo extrajudicial sellado. Y cerca de un centenar de casos similares tramitados internamente son top secret, hasta el punto de que la CIA le ha negado acceso a esos dossieres a los propios investigadores del Congreso (GAO), según un informe que éstos han hecho público.

La fama de machista de la CIA se remonta a sus orígenes de "Good Old Boys Club", pero si se le pregunta a Mark Mansfield, portavoz de la agencia, se limita a declarar que allí "no se tolera la discriminación". Para la agente Tilden, ésta quizá sea su misión más imposible.

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