El Gobierno expresa su "preocupación" por la "deriva rupturista" del PNV y EA

El Gobierno expresó ayer su "preocupación" por "la deriva rupturista" del PNV y Eusko Alkartasuna (EA) "al seguir la estela de los planteamientos de quienes apoyan la violencia", en alusión a HB, así como por "las crecientes coincidencias en sus análisis" respectivos. Su portavoz, Josep Piqué, aseguró que la declaración que ayer suscribieron el PNV y EA, así como las manifestaciones del portavoz peneuvista, Joseba Egibar, denunciando "la quiebra del Estatuto de Gernika" en su 20º aniversario y proponiendo una alternativa soberanista, "desbordan la legalidad".

El vigésimo aniversario de la aprobación por referéndum del Estatuto de Gernika, que se cumple este fin de semana, es visto con preocupación desde La Moncloa tras conocerse la declaración conjunta del PNV y EA en la que expresan su "quiebra" y responsabilizan de ella al Gobierno actual, del PP, y a su predecesor, del PSOE. Así, tras el Consejo de Ministros, el portavoz del Ejecutivo, Josep Piqué, con numerosas notas escritas, adoptó un tono casi solemne para responder a la declaración conjunta de los dos partidos nacionalistas vascos.Piqué calificó de "asombroso" y "sorprendente" que quienes, como el PNV, apoyaron el Estatuto y llevan gobernando su comunidad durante casi 20 años sobre el entramado institucional que emana de él "lo pongan ahora en cuestión o lo deslegitimen". En ese sentido, recordó que el Estatuto ha supuesto "un éxito muy importante para la prosperidad del País Vasco" y destacó que nunca antes una comunidad "ha tenido un nivel de autogobierno similar" al de la vasca tras su puesta en vigor.

Para el ministro portavoz, no cabe duda de que la declaración conjunta de los nacionalistas, "en el actual escenario y después de la firma del Pacto de Lizarra, confirma una vez más que el PNV está abandonando el respeto a las reglas de juego y entrando en una fase de desbordamiento de la legalidad". "Constituye un profundo error, en opinión de este Gobierno", añadió.

Aún fue más rotundo Piqué al pronunciarse sobre las manifestaciones de ayer mismo del portavoz del PNV, Joseba Egibar, quien dijo que el Estatuto fue impuesto a Euskadi hace 20 años al no responder a una situación de soberanía plena igualitaria entre el pueblo vasco y el español que él reclama sin ningún asomo de duda. "Va contra el sentido común y contra la Constitución", replicó Piqué, que agregó: "Estos planteamientos sitúan al PNV fuera del consenso que ha permitido la convivencia democrática".

El Ejecutivo contempla esta nueva declaración conjunta del PNV y EA, así como las palabras del portavoz del partido que preside Xabier Arzalluz, como una cesión más de estas formaciones ante Herri Batasuna (HB). "El Gobierno desearía que se recuperase el consenso en torno a las normas de convivencia del Estatuto de Gernika y no se fuera a la deriva rupturista siguiendo la estela de quienes están apoyando la violencia y siguen justificando la conculcación de los derechos fundamentales de los ciudadanos", dijo Piqué.

El ministro trató luego de minimizar la preocupación del Gobierno por la propuesta de abstención de una mayoría de HB en las próximas elecciones generales porque, opina, la coalición independentista se resguarda en esa postura no participativa "ante la seguridad de que los ciudadanos no respaldan sus tesis políticas". Pero, a continuación, volvió a poner el acento en su recelo ante las concesiones políticas del PNV y EA a HB: "No le damos mayor importancia [a la abstención], pero no dejan de preocupar esas crecientes coincidencias en el análisis de la situación política vasca entre las fuerzas que siguen apoyando la violencia y los partidos nacionalistas".

Piqué reconoció, por otra parte, la fragilidad por la que atraviesa el alto el fuego indefinido de ETA, sobre todo tras la suspensión anunciada de contactos por parte de la banda terrorista el pasado julio. Así, reiteró que ETA todavía no ha abierto en su seno el debate sobre el cese definitivo de la violencia que le piden todos los partidos democráticos. "Mientras no tome esa decisión", reflexionó, "es inherente el riesgo de que se rompa la tregua".

El ministro matizó después que ese peligro también está presente en la medida que "los planteamientos defendidos por ETA y el Pacto de Lizarra van fracasando por la decisión de los ciudadanos". Asimismo, ante los rumores sobre un reciente aviso de la banda de una próxima ruptura del proceso de paz, que desmintió rotundamente, aclaró que "el riesgo es hoy el mismo que hace 15 días".

"El Gobierno mantiene que no ha recibido ninguna noticia sobre una posible ruptura de la tregua, aunque el sentido común me lleva a pensar que a ETA no le debe de gustar cómo van las cosas desde el punto de vista político", concluyó.