_
_
_
_

Los Ballets de Montecarlo estrenan una "Cenicienta" descalza en el Arriaga

Descalza. Así es la Cenicienta que hoy presentan los Ballets de Montecarlo en el Teatro Arriaga de Bilbao. El coreógrafo de la compañía, Jean-Christophe Maillot, ha querido de esta forma desprender de todo artificio al personaje del cuento y hacerlo "más humano". En este baile, además, adquieren un nuevo rostro la madrastra y las hermanastras, "tan hermosas por fuera como perversas por dentro", y tiene un especial protagonismo "un hada más humana". Maillot ha querido aunar clasicismo y modernidad en este montaje.

Jean-Christophe Maillot, quien ayer presentó en Bilbao el montaje de La Cenicienta, se puso al frente de la compañía de los Ballets de Montecarlo en 1993. Desde entonces ha pretendido (y conseguido) renovar la compañía, tanto en espíritu como en la forma. Intensificar el programa de giras, apertura a la creación invitando a coreógrafos contemporáneos a realizar sus piezas e intentar congraciar el ballet clásico con las tendencias más innovadoras, son algunos de los logros más destacados de Maillot. Ejemplo de todo ello es esta Cenicienta. "He querido huir de la anécdota, del cuento naïf que todo el mundo conoce, para dotar de contenido profundo y humano a una historia en principio banal", explicó Maillot.En su Cenicienta no hay calabaza ni zapato de cristal. "Reflexioné sobre el significado de ese zapato, en este caso zapatilla, y me dí cuenta de que una cosa más bonita que una zapatilla es un pie. Para un bailarín un pie es lo más importante. Así que aquí Cenicienta, a diferencia de otras versiones de ballet, siempre lleva los pies desnudos. El pie desnudo es el símbolo de la simplicidad", apunta el coreógrafo. Así, en la escena del baile, donde el príncipe descubre y se enamora de Cenicienta, ella va vestida sobriamente, en contraposición a los vestidos extravagantes y artificiosos de su madrastra y sus hermanastras.

Sin embargo, para Maillot, el sencillo personaje de la Cenicienta es el menos importante de la obra que lleva su nombre como título. "Me interesan los personajes con más matices, más torturados, más perversos. Cenicienta es tan buena, tan perfecta. Intenté encontrarle alguna doblez, pero no pude. Aunque gracias a ella se consigue ver la perversidad de los demás", explica. El hada representa la magia, pero yo he querido darle una dimensión más humana, más auténtica. También el padre de Cenicienta en esta versión, en contra de otras, tiene mucha importancia. Y la madrastra y las hermanastras son hermosas; ¿cómo iba el padre a enamorarse de un adefesio? Son tan hermosas como perversas", comenta Maillot. "He intentado huir de la imagen que de este cuento ha dado Walt Disney. Odio a Walt Disney", añadió. Mucha importancia adquiere también un personaje que en el cuento tradicional apenas se esboza: la madre de la protagonista.

Los Ballets de Montecarlo estarán tres días en el Arriaga, donde comienzan una pequeña gira por España que luego les llevará a La Coruña y a Vigo. Después, continuarán sus actuaciones por Europa; la primera, en noviembre en el Festival de Holanda.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_