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Sin licencia para tocar

Tocar un instrumento musical en la calle era, hasta hace pocas semanas, un aliciente más para paseantes y turistas en el casco antiguo de Barcelona. Ahora, además, puede ser motivo de multa. En este sentido, la Asociación de Músicos de la Calle (AMUC) denunció ayer lo que calificó de "injustos" decomisos de instrumentos por parte de la Guardia Urbana desde que entró en vigor la nueva ordenanza municipal, que restringe su actividad. La entidad que agrupa a los músicos asegura que ya se han requisado, "sin previo aviso", más de 20 instrumentos, algunos de los cuales ni siquiera "habían sido desenfundados" y que, en las últimas semanas, se han multado a 150 de músicos.

Los músicos callejeros, que actúan sobre todo en La Rambla y en el Barri Gótic, han pedido tolerancia al Ayuntamiento para que "la Barcelona del Grec y de la Mercè sea algo más que un escaparate de la hipocresía social".

La ordenanza municipal, que entró en vigor antes del verano, prohíbe actuar sin licencia previa a aquellos músicos que utilicen amplificador, altavoces o percusión en la calle, así como actuar en vías de menos de siete metros de ancho después de las 22.00 horas y durante más de una hora.

La AMUC denunció que la supuesta licencia no existe, "ya que nunca ha sido concedida". Ante esta situación, los músicos están estudiando "acudir al amparo judicial", ya que consideran que se están vulnerando sus derechos fundamentales como ciudadanos. El abogado de los músicos afectados, Jaume Asens, apuntó también la posibilidad de emprender una demanda penal por la apropiación indebida de los instrumentos.

Según el Ayuntamiento de Barcelona, los músicos callejeros conocen perfectamente las normas y la Guardia Urbana lo único que hace es aplicar la ley. Ante las acusaciones sobre la inexistencia de licencias para la música en la calle, el Consistorio afirmó que los permisos se conceden para actuaciones puntuales. Además, el Ayuntamiento asegura que la policía actúa con la mayor flexibilidad posible, "ya que suelen avisar al músico que altera la norma antes de aplicar la ley".

El colectivo que agrupa a los músicos pedirá, la próxima semana, a la concejal de Ciutat Vella, Caty Carreras, que actúe de juez de paz para que se establezca un diálogo entre los artistas, el Ayuntamiento y los vecinos de los distritos implicados para que se acepte el hecho cultural de realizar música en la calle.

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Los músicos desean trasladar el debate a toda la ciudad al considerar que el casco antiguo no es sólo de las personas y los comerciantes que viven y trabajan en él, y consideran que su actividad es un buen aliciente para la cultura.

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