La mujer arrojada de un séptimo piso en Valencia iba a separarse

José Francisco Ll. E., un promotor inmobiliario de Valencia de 41 años, no soportaba la idea de que su esposa, Josefa P. S., de 38, decidiera poner fin a sus más de 10 años de matrimonio, con una hija de unos nueve años en común, y le comunicara que iba a iniciar los trámites para separarse de él. Por eso la citó el martes por la tarde en una finca en obras que su promotora estaba construyendo en el número 2 de la calle de Pepita Samper, a la hora en que todos los obreros habían acabado su jornada laboral, y supuestamente la arrojó al vacío por el balcón de la séptima planta. No le resultó difícil, porque aún no se había colocado la barandilla. Son las conclusiones a las que ha llegado el Grupo de Homicidios de la Policía y que ha incluido en las diligencias del caso tras interrogar a los testigos y familiares.Sin embargo, el supuesto parricida, que ha pasado su segunda noche en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía detenido como supuesto autor de un delito de homicidio y que pasará hoy a disposición judicial, volvió a negar las acusaciones durante el interrogatorio policial de ayer.

En cuanto se produjo el suceso bajó a la calle, se abrazó llorando al cuerpo ensangrentado de Josefa y aseguró a los policías que "había sido ella" la que se tiró. Durante su declaración de ayer reconoció que en el momento del suceso, a las 18.45, estaba en el balcón al lado de su mujer. Pero reiteró que fue ella la que saltó y que él la agarró por la espalda para intentar impedirlo.

Pero la Policía no le cree y basa su acusación en la declaración de los adolescentes que estaban en un jardín contiguo a la finca y oyeron a la mujer implorar auxilio poco antes de caer. Cuando miraron hacia arriba, la vieron precipitarse al vacío y distinguieron en el balcón la manga de la camisa a cuadros de José.

"No tiene valor"

Los dos cónyuges se conocían desde pequeños porque vivían en la misma calle de Castellar, una pedanía al sur de Valencia que ayer amaneció consternada, ya que los dos eran muy conocidos y nadie les había visto discutir.María Ll., tía del detenido, recalcó que "Josenet no tiene valor para hacer algo así". En cambio, Dolores Rodríguez, amiga íntima de la fallecida y que compartió con ella la propiedad de una tienda de lencería, dijo que Pepita no se quitó la vida porque nunca dejaría sola a su hija.

Con la muerte de Pepita ascienden a seis las mujeres de la Comunidad Valenciana supuestamente asesinadas por sus compañeros este año. Una cifra a la que, según los datos de los ocho primeros meses del Ministerio del Interior, sólo se aproxima Cataluña con cinco muertes.

La Delegación del Gobierno dijo ayer que se intensificarán las medidas para prevenir malos tratos y que el martes fue detenida una mujer que quemó vivo a su marido en Chiva (Valencia). La detención se efectuó después de que fuera dada de alta de las quemaduras que ella misma sufrió al hacerlo.