Piqué se niega a reprobar en el Senado al portavoz del PP

El ministro portavoz del Gobierno, Josep Piqué, evitó ayer la desautorización directa en el Senado del portavoz del PP, Rafael Hernando, por haber acusado sin pruebas al anterior Gobierno socialista de borrar de los archivos de TVE cintas "incómodas" para Felipe González. Según Hernando, las cintas supuestamente borradas se refieren a un acto oficial en el que aparecían juntos el anterior presidente del Gobierno y el ex director de la Guardia Civil Luis Roldán y al abucheo que González recibió en la Universidad Autónoma de Madrid en marzo de 1993. Pero los trabajadores de RTVE sostienen, en contra de las acusaciones del portavoz del PP, que estas imágenes no sólo no han sido borradas, sino que están disponibles en los archivos del ente público.La intervención de Piqué fue el punto culminante de la serie de seis preguntas con que, ayer por la mañana, los socialistas interpelaban al Gobierno en la Cámara alta por su comportamiento en los espacios informativos de RTVE.

Salud democrática

El portavoz socialista, Juan José Laborda, pidió a Piqué que desautorizara a Hernando por "salud democrática". "Porque usted", añadió, "es miembro de un Gobierno y ha jurado la Constitución, que dice que el funcionamiento de los partidos debe ser democrático". "¿Es democrático acusar sin pruebas a todo un Gobierno? ¿Es democrático fundamentar esas acusaciones o rumores e insidias propias de psicofantas? ¿Es democrático obligar a los acusados a demostrar que son inocentes? ¿Es democrático erosionar así la credibilidad de las instituciones políticas en un país que tiene Gobiernos legítimos sólo hace 20 años?", interpeló Laborda a Piqué.

Pero el ministro eludió una reprobación del portavoz del PP atrincherándose en la división de papeles entre el Gobierno y el partido que lo sustenta. "Yo creo que ustedes entenderán que no es labor de un Gobierno desautorizar a dirigentes de un partido en cuestiones que no le afectan a su labor de gobierno", señaló Piqué. La respuesta provocó una oleada de rumores en los escaños del Grupo Socialista, así como imprecaciones que no se oyeron con nitidez.

Laborda hizo ver a Piqué que éste estaba pasando por un "trago amargo", a lo que el portavoz del Gobierno replicó que estaba en el Senado con "muchísimo gusto". No obstante, cuando terminó su intervención, Piqué salió de la Cámara alta sin querer responder a los periodistas con el argumento de que tenía que tomar un avión con urgencia.

Otros senadores del PSOE, como Francisca Pleguezuelos o Juan Antonio Arévalo, denunciaron el "sectarismo" de los informativos de TVE, a cuya acusación Piqué contestó que "el Gobierno considera que TVE respeta las exigencias legales de pluralidad informativa". "El Gobierno", se defendió, "no ha apreciado ningún tipo de sectarismo. Es preocupante que ustedes [los socialistas] ofendan a los profesionales de RTVE y que ofendan a los ciudadanos españoles".