La justicia rusa declara ilegal la destitución por Yeltsin del fiscal general
El presidente ruso, Borís Yeltsin, es capaz de destituir a primeros ministros como quien bebe vasos de vodka, pero se estrella una y otra vez en sus intentos por deshacerse del fiscal general, Yuri Skuratov. Por tres veces (la última, el miércoles), el Consejo de la Federación ha rechazado su propuesta de cese del máximo responsable de la lucha contra la criminalidad. Ayer, el líder del Kremlin tuvo que tragarse otro sapo cuando un tribunal de Moscú respaldó a otro de menor rango y consideró "ilegal y sin fundamento" la investigación abierta contra Skuratov por supuesta corrupción.
En teoría, el fiscal debería volver inmediatamente a su puesto. Yeltsin no puede mantener la suspensión a su capricho. Se ha quedado sin base jurídica para hacerlo. Pero lo más probable, dado su carácter, es que siga en sus trece. El portavoz presidencial, Dimitri Yakushkin, dijo ayer que el líder del Kremlin no tiene intención de volver a presentar la cuestión a los senadores, pero que considera que su decreto sigue vigente y que "el caso criminal no ha sido suspendido". Fuentes de la Administración Presidencial aseguraron, por su parte, que habrá recurso ante el Tribunal Supremo.Yeltsin se niega a aceptar la mayor derrota que ha sufrido en su segundo mandato. Ha sido capaz de achantar a una Duma (Cámara baja) que no se atrevió a procesarle por alta traición ni a rechazar sus caprichosos cambios de Gobierno. En cambio, no logra imponerse en el pulso contra un fiscal que, hace un año, cometió el imperdonable error de abrir una investigación sobre los supuestos sobornos de una firma constructora suiza, Mabetex, a altos funcionarios del Kremlin.
Tirando del hilo se fue desenrollando una madeja que parece no tener fin y que ya toca directamente a las dos hijas del presidente, Yelena y Tatiana, supuestas beneficiarias de tarjetas de crédito cuyos saldos eran abonados por Mabetex.
Skuratov asegura que no cree que el propio Yeltsin esté implicado directamente en la corrupción, pero se muestra convencido de que quiere eliminarlo para proteger a su familia, e insiste en que el caso Mabetex debe mantenerse abierto.
El fiscal general cuenta con volver a su puesto en cuestión de días. La suspensión estaba ligada a la investigación abierta tras emitirse por televisión un vídeo en el que supuestamente se le mostraba retozando con dos prostitutas. La factura, se dijo, la pagaba un hombre de negocios que tenía un caso pendiente en la fiscalía. "Si la investigación termina, la suspensión termina también", declaró ayer el abogado de Skuratov.
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