Denuncia socialista contra el GIL por el intento de compra de uno de sus concejales en Ronda
El PSOE denunció ayer en Ronda que un concejal del Grupo Independiente Liberal (GIL) intentó comprar a un edil socialista de este municipio el 24 de septiembre, ofreciendole 700.000 pesetas al mes y una tenencia de alcaldía. El GIL lo ha negado y su presidente, Jesús Gil, dice que es "un infundio inventado por un descerebrado". La ejecutiva provincial socialista presentará hoy una acusación ante la Fiscalía Anticorrupción. Jerónimo García, del GIL, citó al socialista Luis Ramírez en una nave industrial de su propiedad, calificada de ilegal por el Ayuntamiento.
Juan Benítez (PSOE), primer teniente de alcalde de la coalición que gobierna Ronda -PSOE, con siete ediles, PP, con tres e IU, con uno-, denunció en una conferencia de prensa que el concejal Jerónimo García, del GIL, había intentado comprar a un edil socialista hace tres semanas. García no es un desconocido para los socialistas rondeños. El concejal del GIL es un joven de 32 años, inexperto en política y propietario de un taller carpintería metálica. Este negocio está ubicado en una nave, situada en la circuvalación de la ciudad, también propiedad del edil y que, según informó el alcalde José Herrera (PP) a este periódico, está calificada de ílegal por el Ayuntamiento. Allí citó García el viernes 24 de septiembre a las 22.00 horas a Luis Ramírez, teniente de alcalde delegado de Participación Ciudadana y Servicios Operativos. Ambos ocuparon en las elecciones del 13 de junio el mismo puesto -el quinto- en las listas de sus respectivos partidos. García no desmiente ni el día ni la hora, tampoco que la conversación durara hora y media. Sólo se atiene a un comunicado de su partido, firmado por la candidata del GIL a la alcaldía, Trinidad Aragón: "¿Quién quería comprar a quién? El GIL con un concejal más no tiene la mayoría para una moción de censura. ¿No sería una operación al revés?" La nota añade que "el PSOE en unión de IU y andalucistas, más uno del GIL echaba al actual alcalde del PP, que aunque sólo tiene tres ya están peleándose todos los días y estos matrimonios de conveniencia acaban mal". El presidente del GIL y alcalde de Marbella, Jesús Gil, fue contundente: "Esto es un infundio, ¡que presenten pruebas! Es un invento de un descerebrado y de los medios carroñeros que lo recogen".
Trinidad Aragón, en declaraciones a la radio, dijo ayer que tuvo conversaciones con el PP hasta el día antes de la investidura. Este fue uno de los argumentos que Jerónimo García utilizó en su conversación con Luis Ramírez el 24 de septiembre. Según el concejal socialista, García le pintó un panorama muy negro: "Al alcalde hay que echarlo, el pueblo no lo quiere. Fraile se ha ido a Málaga, a la Diputación y Juan Benítez se va a ir a Unicaja". A continuación, siempre según la versión de Ramírez, García le preguntó cuánto ganaba: "137.000 pesetas, de las que 10.000 se las doy al partido", fue la respuesta. "Pues a mí don Jesús me ingresa en mi cuenta el 2 de cada mes 400.000 pesetas. Me importa tres pitos de dónde venga el dinero. En mi vida pude pensar que sería concejal de Ronda y que ganaría este dinero sin gobernar, porque si gobernáramos ganaría 700.000 pesetas al mes", añadió García, según la denuncia que el PSOE enviará a la fiscalía anticorrupción. Entre las explicaciones del concejal del GIL se añadieron otros argumentos económicos: "Yo debía 65 millones y ahora no debo más que 15."
García ha sido durante año y medio presidente de la asociación de vecinos de Padre Jesús y en ese tiempo invitaba asiduamente a los representantes de la mayoría socialista del Ayuntamiento a las asambleas de su organización. Juan Fraile, el actual presidente de la Diputación de Málaga y alcalde de Ronda en la anterior Corporación, reconoce que "con Jeromín hemos tenido siempre una magnífica relación, es un chavea que ganaba la vida con su taller y era presidente de la asociación de vecinos de Padre Jesús". Fraile añade que se siente decepcionado del intento de compra de un concejal: "es un mal trago por el desprecio que supone a la persona a la que se hace el ofrecimiento". Pero el presidente de la Diputación no se muestra sorprendido: "ya conocemos el procedimiento y las formas de esta gente".
Al alcalde, José Herrera, tampoco le sorprendió: "Estaba en el ambiente que este grupo artificioso intentaría captar a otros miembros de la Corporación."
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