Guterres cree que la alta abstención le privó de la mayoría absoluta

Los socialistas portugueses ganaron de forma rotunda las elecciones generales del domingo, pero no consiguieron la deseada mayoría absoluta por tres diputados. Los resultados oficiales han confirmado la abstención más alta de todos los comicios legislativos (un 38,1%, cinco puntos más que en las anteriores) y un claro avance de la izquierda más radical.El primer ministro, António Guterres, señaló que "es necesario saber interpretar la voluntad popular". "Los portugueses decidieron no confiarnos la mayoría absoluta, si bien el crecimiento de la abstención parece habernos perjudicado en este propósito", añadió Guterres.

Los datos oficiales -con las estimaciones de los votos de los emigrantes-, ofrecen una victoria socialista con el 44% de los votos y 113 escaños (uno más que en las anteriores elecciones) en un Parlamento con 230 diputados. El segundo puesto es para el Partido Social Demócrata, de ideología liberal conservadora, con el 32,3% y 83 escaños (pierde cinco). La coalición de los comunistas con los Verdes alcanzó un 9% y 17 escaños (dos más). El Partido Popular recibió un 8,3% de los votos y 15 diputados (igual número). El Bloque de Izquierdas, un nuevo partido encabezado por un grupo de intelectuales, logró el 2,5% y dos escaños. Ellos son la gran sorpresa.

Tras escrutarse la mayoría de los votos, el líder socialista interpretó los resultados: "Los electores han transmitido su voluntad de que gobernemos mediante el diálogo y la concertación social, y espero que la oposición interprete que los portugueses han pedido que contribuyan a la acción del Gobierno y a la estabilidad del país".

Amplio margen

A pesar de no haber conseguido la mayoría absoluta, los socialistas podrán gobernar con un amplio margen de maniobra, dado que la oposición está suficientemente dividida entre la derecha y la izquierda. En cualquier caso, el próximo Gobierno de António Guterres deberá negociar con los comunistas o el Bloque de Izquierdas la aprobación de las leyes más conflictivas, entre ellas las grandes reformas que necesita el país, y los presupuestos generales del Estado.El presidente del Partido Social Demócrata, José Manuel Durao Barroso, explicó que una de sus tareas prioritarias consistirá en evitar "los abusos de poder" de los socialistas, quienes han aglutinado "una concentración de poderes sin precedentes" con la victoria en las pasadas elecciones europeas, el control de los ayuntamientos más importantes del país y la presidencia de la República, en manos de Jorge Sampaio. Asimismo, Durao Barroso descartó su dimisión y la convocatoria de un congreso extraordinario: "Los portugueses quieren que lidere la oposición. Está bien claro el sentido del voto y este mandato, ahora, no sólo corresponde al partido sino también a los electores".