Maragall propone un consejo de Cultura en vez de un departamento

¿Consejería o consejo de Cultura?, preguntó ayer Pasqual Maragall a las aproximadamente 200 personas que asistían a la presentación del Libro Blanco de la Cultura en Cataluña. El candidato socialista a la Presidencia de la Generalitat no explicó cuál es su respuesta al interrogante que acababa de plantear, aunque mostró su inclinación por el modelo de consejo anglosajón. Abrió el debate e indicó que espera recibir en las próximas semanas las opiniones de los gestores culturales, profesionales, artistas e intelectuales que están interesados en la política cultural y que llenaban el auditorio del Fomento de las Artes Decorativas (FAD).La sustitución del Departamento de Cultura por un Consejo que no dependiera políticamente del Gobierno de la Generalitat se justificaría en su opinión porque es una forma de evitar el dirigismo y el intervencionismo, que son dos de los principales vicios que echa en cara a los gobiernos de Pujol en materia de política cultural. "Yo tengo tirada hacia el modelo anglosajón, hacia el Consejo, porque pienso que la cultura no ha de ser intervenida", dijo, "sino que ha de ser apoyada, financiada, animada, estimulada. Pero no dirigida".

"Seré el sucesor de Pujol"

Admitió inmediatamente, sin embargo, que "hay símbolos que cuentan, y la ambición hace nación", por lo que hay que sopesar bien una decisión de este calado. Podría ser interpretada como una "degradación", reconoció, porque un consejo "parece una cosa menor".El editor del Libro Blanco, Ferran Mascarell, que es concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, no se hizo esperar para dar su respuesta y al terminar dijo que no es incompatible la creación de un consejo al estilo anglosajón con el mantenimiento del Departamento de Cultura.

En la presentación del citado Libro Blanco intervinieron también el primer secretario del PSC, Narcís Serra, que acusó a Pujol de haber practicado una política cultural que no ha fomentado la integración social y cultural, y el escritor Xavier Bru de Sala. Éste elogió la importancia que el Libro Blanco da a la industria cultural y al papel del sector público en este sector y criticó que se haya cargado la defensa de la lengua catalana a la política cultural.

Por la tarde, en un mitin ante 1.200 personas en El Prat de Llobregat, Maragall se comprometió a dedicar los máximos esfuerzos a conseguir que "los servicios estén cerca de la gente", lo que define como política de proximidad, informa Manuel Torres. Respecto a la pugna existente en Convergència i Unió (CiU) para convertirse en el número dos de la coalición, Maragall dijo: "Que no se preocupen, después del día 17 no tendrán que discutir quien es el sucesor de Pujol, porque seré yo".