El Ayuntamiento volverá a reformar la plaza de Olavide ante la presión vecinal
Los obreros y las máquinas volverán a la plaza de Olavide (Chamberí), de la que se marcharon hace menos de un año. El Ayuntamiento ha terminado cediendo a la presión de los vecinos, descontentos con la anterior reforma, y ahora se plantea mejorar el aspecto de la plaza con nuevas farolas, más sitio para los juegos infantiles y una fuente ornamental. Dos asociaciones vecinales y los grupos municipales del PSOE e IU están recogiendo las sugerencias estéticas de los residentes para presentárselas al consistorio "antes de que cometa una nueva chapuza". El concejal de Chamberí, Luis Asúa, ha prometido escuchar a los afectados.
Los arreglos en la cubierta del aparcamiento de Olavide convirtieron en una "pesadilla" el tránsito por el barrio hace un año, según recuerdan los vecinos. "La zona estuvo cerrada al paso de los transeúntes durante meses; talaron árboles con la excusa de que estaban enfermos y nos pusieron los accesos al aparcamiento en medio de la plaza, arrebatándonos la perspectiva", rememoró ayer una residente de la plaza de Olavide. "Nos pusieron unos adoquines infames y dejaron un espacio ridículo para los juegos infantiles", remató. El panorama resultante crispó los ánimos del vecindario, que respondió colgando pancartas de protesta en sus balcones. La presión fue de tal magnitud que hasta el alcalde, José María Álvarez del Manzano, del PP, prefirió saltarse la inauguración (en plena campaña electoral) y envió en su nombre a un concejal que, así y todo, "cortó la cinta a las ocho de la mañana para no toparse con la movida", comenta una vecina.Ahora, los responsables de la Junta Municipal del distrito de Chamberí planean cambiar la fisonomía al barrio ubicando los accesos del aparcamiento hasta los extremos de la plaza para dejar el centro libre, donde se colocará una fuente.
Criterios de "éxito"
"Vamos a seguir el criterio de otras plazas de éxito en Chamberí, como la del Valle Suchil, muy frecuentada por los ciudadanos", anunció el concejal Luis Asúa.Las obras comenzarán en enero, "en el momento en que esté listo el presupuesto y el visto bueno", y contarán con el asesoramiento de los residentes.
En este sentido, dos asociaciones del barrio, junto al PSOE e Izquierda Unida, se han lanzado a hacer encuestas sobre los gustos vecinales a fin de trazar la plaza ideal.
"Espero que no nos pongan una fuente ornamental que funcione una vez al año, porque la que queremos nosotros es una con grifo", reclamó un asiduo de la plaza. "Lo que hay que conseguir son más columpios y espacio para que los niños jueguen", agregó otro ciudadano.
El coste de la nueva reforma es aún un secreto, ya que está pendiente de su inclusión en los próximos presupuestos municipales.
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