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Tribuna:NI ANCHO NI AJENO
Tribuna
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EL PUENTE SOBRE EL NOU D'OCTUBRE

Zaplana descubre el hecho diferencialEspléndida la entrevista de Miguel Olivares a Eduardo Zaplana; y no menos espléndida la entrevista dentro de la entrevista: todo un nuevo género periodístico. El propio entrevistado se pregunta a sí mismo: ¿Tenemos más competencias que en l995?, y se responde: sí, tenemos más, muchas más; ¿La Comunidad Valenciana es una comunidad histórica?, y se contesta: sí. Y enumera, dedo a dedo: vamos a ver, tiene estoooo... experiencia de autogobierno, historia y cultura propias, ¿ y qué más?, ah, sí, lo de la lengua, es decir, lo que se llama el hecho diferencial, ¿A que sí? Sabe tanto que, desde lo más profundo de la redacción, una voz imperiosa grita: ¡Que me fichen a ese chico, para dentro de cuatro años!. Quien anda abstraído por su laberinto es el Síndic de Greuges. A Luis Fernando Saura, cuando le preguntan, sí sabe, pero no contesta. Aunque finalmente los socialistas lo pasarán por la piedra de las Cortes Y sobre el Nou d"Octubre se tendió un "puente", para que los curiosos, sin ningún riesgo, escucharan los olvidos del discurso presidencial y la tibieza de sus compromisos, y observaran la variopinta fauna que deglutía canapés en la plaza de Manises. Qué pintoresco, comentaban. Y chocaron especialmente, la ausencia de Pedro Ruiz, rector de la Universidad de Valencia, galardonada con la Alta Distinción de la Generalitat -hay razones que la Razón entiende-, y la Distinción al Mérito Cultural a simplemente María -porque también hay sinrazones que la Razón no entiende-, que provocó no pocas reacciones y polémicas. Pero, en el fondo, la concesión tenía todas las trazas de la puntilla por "los servicios prestados". Mucha más autenticidad y mayor júbilo se registró en la manifestación convocada por la Comissió Nou d"Octubre, al calor de los versos de Estellés; en la celebración popular de los alcoyanos; o en las reflexiones e inquietudes de Diego Maciá, alcalde de Elche, respecto a la falta de participación de la ciudadanía, en la fiesta del País Valenciano.

En el círculo de tiza valenciano

Antonio Moreno ya está, de nuevo, en la portavocía del Grupo Socialista en las Cortes. Antonio Moreno es sagaz e irónico, y tiene tablas. Llega a un cargo que ocupó en la anterior legislatura, con talante conciliador y dispuesto a templar ánimos. Que no termine templando gaitas. La crisis del PSPV es sangrante y nada fácil de restañar. Tal vez, una sosegada relectura de la obra de Bertolt Brecht le puede ayudar, como a otros muchos dirigentes socialistas. En el círculo de tiza valenciano, tantos sórdidos intereses, tantos personalismos enfrentados, tanta mezquina ambición, han tirado del PSPV hasta despedazarlo. ¿Será Antonio Moreno la madre Gruche? En definitiva, el círculo de tiza no es más que la transcripción china del juicio salomónico. Pero, ¿aún queda algo, no ya de sabiduría, sino de sensatez para enmendar los desatinos? Eso está por ver. Pero sin demoras. Las elecciones generales van a toda máquina, aunque con sordina, y las catalanas están a unos días de distancia y a pocos se les ocultan sus efectos. Pero, cuidado, en las declaraciones públicas y privadas del portavoz y de otros responsables del PSPV se advierte todavía un flagrante olvido: su compromiso con la sociedad.

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