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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Visita a la Alhambra

En el mes de agosto (semana del 9 al 15) fuimos a visitar la Alhambra. Después de esperar dos horas en la cola, nos anunciaron que no había entradas para ese día (téngase en cuenta que el aforo diario es de, aproximadamente, 8.000 personas). Seguidamente nos anunciaron que se ponían a la venta 150 entradas para el día siguiente (día 12 de agosto).Éstas se agotaron inmediatamente. A continuación nos anunciaron que había entradas para la visita tarde-noche. Las mismas se vendían al mismo precio que las diurnas, pero no se podía ver todo el monumento (el precio es de 1.600 pesetas por persona para visitar la Alhambra y el Generalife). Resulta que las entradas las controla una entidad bancaria y en la misma espera nos enteramos, por medio de unos turistas alemanes, que el hotel donde residían se las habían ofrecido (las entradas), las que quisieran, al módico precio de 4.500 pesetas. Ante tamaña desfachatez me fui a las oficinas y pedí el libro de reclamaciones y les puse una queja. Entre otras cosas les decía usureros, ya que no es normal que con un aforo de 8.000 personas no es lógico que se pongan a la venta en taquilla, para el día siguiente 150 entradas, sin contar lo de los hoteles.

En la misma semana, creo, ustedes sacaron en las páginas de EL PAÍS un artículo alabando las excelencias de lo bien que se lleva la gestión de la Alhambra. Sorpresa de las sorpresas. Por favor, tengan a bien hacer periodismo de investigación y vean cómo se mueven las entradas de la Alhambra, sobre todo en época de vacaciones y hacerse la pregunta de qué pinta el Patronato de la misma.

Los alemanes se quedaron asombrados. También protestó por escrito una señora o señorita y un empleado de la misma se permitió, en su presencia, sacar a relucir su sentido del humor y jocosidad para (por lo finolis) mofarse de dicha señora.

Tanto el Patronato de la Alhambra, como el periodista del mencionado artículo creo que, siendo bien pensante, están fuera de fuego. ¿O no?- José Sánchez Leganés. Madrid.

También alarmados, señor Pezzi

Sorprenden, cuando menos las declaraciones del consejero de Educación y Ciencia de la Junta de Andalucía(El País. lunes 20 de septiembre). Ante la reforma de la LOGSE a través de La Ley de Acompañamiento de los Presupuestos Generales del Estado, el consejero, supuesto defensor de la enseñanza pública, afirma que los problemas se solucionan con "grupos reducidos, recuperaciones, o profesores de apoyo". Pues nada de esto se cumple en la práctica. Supongo que serán declaraciones de cara a la galería. En los centros públicos de enseñanza secundaria de Andalucía no solo se reducen los grupos sino también los profesores y las clases de repaso brillan por su ausencia. Verbigracia, el centro donde trabajo: de los treinta grupos concedidos el 16 de septiembre, cinco días más tarde -Ya con los horarios acabados del personal docente- y desde Sevilla se reducen a veintiocho. Imagínese un tercero de ESO cepillado de un plumazo, a repartir. De 27 o 30 alumnos ahora cabemos a 35 por grupo, como mínimo. Dos segundos de Bachillerato se unen por arte de magia. En las materias comunes seremos cuarenta. ¿A esto llaman grupos reducidos? De los tres profesores de Dibujo el año pasado, éste se quedan en dos. Del profesor de Clásicas que necesitamos parra impartir Griego, Latín o Cultura Clásica ni soñarlo. ¿De esta manera el Gobierno de la Junta mima la educación, su prioridad absoluta? Claro que luego ellos envían sus hijos a la privada. Hay que dar ejemplo. Mire, señor consejero, estamos cansados de estos paladines que defienden de este modo la enseñanza pública.- Amalia Roldán Ruiz.

Viejo coliseo

El pueblo malagueño es ciertamente desconsiderado para con sus autoridades e inconsecuente ante su providencial buena suerte. Lo que ha Roma le ha costado 2.000 años, el viejo Coliseo, Málaga lo ha conseguido en sólo unas semanas de tiempo con una irresponsabilidad técnica insuperable: tener un hermoso palacio deportivo en inquietante ruina. ¿Qué les parece? Perfecto. Y no deben, pues, intentar restaurarlo. Sería un grave error. Al contrario, se debe pensar en convocar un certamen literario para la creación de anécdotas sugestivas y encargar a una empresa de formación profesional que adiestre convenientemente a seis guías bilingües para turnos sucesivos. Ya todo el mundo sabe que ningún cristiano se dejó devorar por león alguno en el Coliseo romano, que todo es una cadena de inventos propiciados por el Vaticano y sus serviles tertulianos: Sienkiewicz (Quo Vadis), Lew Wallace (Ben-Hur), el cardenal Wiseman (Fabiola), etcétera. Ahora, cuentistas actuales nos pueden aderezar estas nuevas ruinas con historias románticas sobre tránsfugas inmolados, aguas subterráneas devoradoras de testaferros, tribulaciones de Celia Placidia, deportistas corneados por reses en La Malagueta...Espero que los malagueños reflexionen en profundidad sobre el tema y se inclinen por mis indicaciones. Es un prometedor y lucrativo futuro.- Eduardo Raboso. Benalmádena (Málaga).

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