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Una banda de adolescentes asalta colegios y tiendas en Fuencarral

Una banda formada por adolescentes, entre 10 y 15, campa a sus anchas por los alrededores de la calle de Fermín Caballero (Fuencarral). Los menores roban a los estudiantes de los colegios de la zona a la salida de clase, según confirmaron ayer fuentes de la Jefatura Superior de la Policía. Si los atracados se resisten, reciben una paliza de los presuntos delincuentes. La policía atribuye a la banda asaltos en tres centros educativos y numerosas tiendas del barrio. Los agentes policiales detuvieron el jueves a tres de ellos por cometer actos vandálicos en la estación de metro Barrio del Pilar.La quiosquera de las Islas Cíes, Milagros González, de 68 años, se enfrentó a tres miembros de la banda hace una semana. Uno de los menores se subió al mostrador del quiosco para alcanzar el dinero. González se lo trató de impedir. El presunto ladrón comenzó a pegarle puñetazos en la cara a la mujer: "Para defenderme de los golpes, agarré un vídeo y le pegué al chaval. Aun así se llevó el dinero, unas 8.000 pesetas", narró González. No era la primera vez que le robaban: "Otras veces vienen por aquí, cogen alguna revista y salen corriendo", añadió.

Un portavoz de la Policía Nacional comentó ayer cómo actúa la banda: "Van en grupos de alrededor de una decena. Roban a los chicos a la salida de clase, les quitan las cazadoras, los relojes y ese tipo de cosas. Si se les resisten, les pegan palizas. También se cuelan en los colegios. Los agentes del Grupo de Menores de la Policía Nacional les tienen identificados", explicó.

"¡Que viene la policía!"

El director del colegio público Bravo Murillo, Felicísimo Peral, denunció ayer que tres miembros de la banda saltaron la verja del centro el jueves y provocaron un gran desbarajuste: "Entraron dos veces en el colegio. Una a mediodía; y otra, a la hora de comer. Se metieron en el comedor, que estaba repleto, cogieron un megáfono y comenzaron a insultar a los niños. Cuando se les advirtió de que la policía estaba avisada y venía de camino se mofaron de ello: "¡Uy qué miedo! ¡Que viene la policía!", narró Peral ayer.

Los jóvenes venían de cometer otras fechorías en el Instituto Público Pérez Galdós. "Saltaron la verja y se colaron en un aula en mitad de clase. Insultaron a la profesora. Eran cuatro. Tres de ellos tendrían unos 12 años. El cuarto, unos 16. Cuando les capturamos, uno comenzó a darse golpes en la cabeza contra la pared. Otro dijo que estaba enfermo del corazón y que le iba a dar un infarto. Saben que autolesionándose logran zafarse de sus captores porque amenazan con denunciar al centro diciendo que les han pegado", explicó el jefe de estudios del instituto.

Muchas de las madres de los alumnos de los centros amenazados por la banda han decidido ir a recoger a sus hijos personalmente para evitar el peligro de que regresen solos a casa.

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