Cascos abre el congreso del PP asturiano con duras críticas a la prensa

Oviedo Francisco Álvarez Cascos, vicepresidente primero del Gobierno y ex secretario general del PP, aprovechó ayer el reluciente auditorio Príncipe de Asturias de Oviedo, donde abría las sesiones del XII congreso del PP del Principado, para saldar cuentas pendientes de su pasado. Primero criticó el "abuso" de la libertad de expresión por parte de determinados medios de comunicación. Citó expresamente a EL PAÍS y El Comercio, del grupo El Correo, a los que acusó de manipular y silenciar las informaciones para beneficiar al PSOE y perjudicar al PP.

El vicepresidente primero del Ejecutivo de Aznar, al que se le atribuye gran responsabilidad en la pérdida por parte del PP del Gobierno asturiano, acusó al nuevo presidente del Principado, el socialista Vicente Álvarez Areces, de querer imponer un régimen de "partido único, periódico único y televisión única". Y a partir de ahí se centró en gran medida en el "abuso" que, en su criterio, hacen determinados medios de comunicación.El ex número dos del PP se trabajó mucho su intervención ante los casi 1.100 compromisarios que habían sido citados para emprender una nueva fase de renovación tras la pugna fratricida que sostuvieron en su día Álvarez Cascos y el ex presidente autonómico Sergio Marqués, que derivó en una escisión traumática y en unos muy malos resultados electorales el 13-J.

Cascos acudió al recién estrenado auditorio Príncipe de Asturias, inaugurado sin licencia de uso por el alcalde del PP, con una carpeta desbordante de fotocopias de agravios. Bajo el epígrafe "La capacidad de comunicación y la libertad de expresión", el vicepresidente se revistió de profesor de periodismo para intentar demostrar a los afiliados del PP que muchas críticas que se hacen a su partido "por no saber comunicar bien o no comunicar bien lo que hace" se deben en realidad a la capacidad de manipulación de algunos medios.

Fue cuando se lamentó en público de que una de las "servidumbres más evidentes" del PP "es el uso, más bien el abuso, que de la libertad de expresión hacen determinados grupos de comunicación, supuestamente neutrales o que se autodenominan independientes, para esconder sus auténticas coordenadas ideológicas y, sobre todo, sus intereses, no siempre confesables". Cascos reveló su preocupación por este supuesto comportamiento de la prensa: "El problema no radica en lo que dicen o escriben, sino en lo que silencian, ocultan o manipulan", enfatizó.

Llamó la atención de los presentes sobre una serie de diapositivas, expuestas en la gran pantalla de la sala, con la reproducción de primeras páginas de EL PAÍS y El Comercio, diario del grupo Correo. Para ironizar sobre la presunta independencia de criterio de EL PAÍS, mostró una primera página del 25 de marzo de 1999, cuando estalló la guerra en los Balcanes, con el siguiente titular: "La OTAN bombardea Yugoslavia". Luego bromeó al precisar que esa "decisión no tiene autor individual". Acto seguido hizo poner otra primera página, la del 11 de junio, cuando finalizaron la operaciones bélicas: "Solana da orden de parar la guerra". El vicepresidente consideró evidente el trucaje de ambos títulos y destacó que esta visión no habría sido la misma si el secretario general de la OTAN hubiese sido del Partido Popular en vez del "pacifista y socialista" Javier Solana.

Tras exponer otros ejemplos similares, recordó su propio discurso Elogio de la decencia, pronunciado en enero pasado, cuando se le nombró ovetense del año, para denunciar que "al socaire de la irrenunciable libertad de expresión hay grupos partidarios sólo de la libertad de presión".

Como colofón, pormenorizó una retahíla de logros del Gobierno central y se quejó de la situación centralista que ostenta en su criterio la Universidad de Oviedo.