Valdés dice que Matutes le telefoneó para aclarar la postura de España

El ministro español de Exteriores, Abel Matutes, teléfoneó ayer a su homólogo chileno, Juan Gabriel Valdés, para aclarar la postura de Madrid respectola decisión que hoy anunciará el juez británico Ronald Bartle sobre la extradición de Augusto Pinochet. "Me ha telefoneado el canciller Matutes", declaró a Radio Cooperativa el ministro chileno. Según Valdés, Matutes le explicó que, si el fallo es contrario a la extradición, "el Gobierno español se encuentra imposibilitado de impedir que el juez [Baltasar] Garzón apele la decisión".Valdés dijo no estar sorprendido con la decisión española.Agregó que el margen de maniobra del Gobierno español en el caso es "inexistente" y recordó que Abel Matutes dijo en julio que respetará las decisiones judiciales inglesas.

En una sesión especial del Senado para analizar el caso, en la noche del miércoles, los senadores de la derecha y destacados pinochetistas respaldaron por carta a Valdés y las iniciativas del Gobierno, entre ellas la demanda ante el Tribunal de La Haya y la anunciada ausencia del presidente Eduardo Frei en la cumbre de Cuba.

El Gobierno de Chile, la derecha, y los partidos que desean el regreso de Pinochet valoran positivamente, como un precedente de que la salud del general preocupa en Londres, el que Bartle le haya eximido de asistir hoy a la lectura de la sentencia. Detractores y partidarios del ex dictador esperarán en vela, en sendas vigilias nocturnas en las sedes de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) y de la Fundación Pinochet, el fallo del juez. Una decena de parlamentarios y defensores de los derechos humanos han sido amenazados de muerte en los últimos días, entre ellos Viviana Díaz, presidenta de la AFDD, quien interpuso un recurso de amparo en su favor y está con protección policial.

Por otra parte, la Embajada española en Santiago ha decidido suspender sus actividades del Día de la Hispanidad, el próximo martes, por los efectos que puede tener en Chile el fallo de la justicia británica. No habrá bailes y el cóctel se reducirá al mínimo.