El párroco de los Jerónimos confirma que Aznar le citó en Moncloa

El proyecto de Rafael Moneo sobre la ampliación del Museo del Prado mostró ayer un nuevo perfil al confirmar el párroco de los Jerónimos, Manuel González Cano, que el presidente del Gobierno, José María Aznar, le citó en el palacio de la Moncloa en septiembre de 1997 para tratar aspectos relativos a las consecuencias, sobre este templo madrileño, de la futura ampliación. Según la Asociación de Vecinos de los Jerónimos, la entrevista adquirió un tono desabrido, que el secretario de Estado de Cultura niega.

El impacto del proyecto de Rafael Moneo para la ampliación del Museo del Prado a costa de la iglesia madrileña de los Jerónimos experimentó ayer una nueva torsión. Manuel González Cano, párroco de la iglesia de San Jerónimo el Real de Madrid, confirmó ayer a este periódico que a primeros de septiembre de 1997, José María Aznar, presidente del Gobierno, le envió un automóvil a su parroquia en el que se desplazó al palacio de La Moncloa para conversar con él sobre el futuro del templo. "No fue una llamada telefónica, como se ha dicho, sino una entrevista; él me envió un automóvil para llevarme a La Moncloa y nos reunimos en el palacio el 2 o el 3 de septiembre, no recuerdo con exactitud cuál de las dos fechas, del año 1997, meses antes de que se firmara el convenio sobre la ampliación, en 1998 ", precisó el párroco. "No puedo decirle más", añadió González Cano, "ya que he recibido instrucciones del arzobispado de Madrid para remitir cualquier petición de información al gabinete de prensa del arzobispado", agregó. González Cano regenta el templo desde hace un decenio, según fuentes de la feligresía. Fue estrecho colaborador del cardenal primado Enrique y Tarancón y desempeñó numeros destinos pastorales.Según se recoge en un comunicado emitido el pasado 1 de octubre por la Asociación de Vecinos del Barrio de Los Jerónimos, firmado por su presidente, Francisco Iglesia, y su secretaria general, Paloma Gómez-Embuena, "el párroco, Manuel González Cano, en declaraciones a la cadena radiofónica Cope, dijo el día 28 de septiembre que "no tuvo más remedio que ceder el claustro por las fuertes presiones del Gobierno y la llamada personal del presidente señor Aznar diciéndole que cedían el claustro por las buenas o que, por las malas, lo expropiaban"".

Por su parte, Miguel Angel Cortés, secretario de Estado de Cultura, negó ayer que el Gobierno haya ejercido presiones sobre la Iglesia en relación a la ampliación del Museo del Prado, según informó Efe. "Ni el presidente del Gobierno, José María Aznar, presiona, ni el cardenal-arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, se deja presionar", declaró Cortés tras comparecer ante la Comisión de Educación y Cultura del Congreso. "Lo que ha habido ha sido un acuerdo y una contribución más de la Iglesia Católica a la cultura en España", indicó Cortés, quien aclaró que el presidente del Gobierno telefoneó al párroco de los Jerónimos para darle garantías sobre el funcionamiento de la parroquia durante las obras de ampliación, que afectan a parte del conjunto en el que se halla el templo. "El presidente Aznar", añadió Cortés, "tenía interés en darle garantías de que la iglesia, el culto y las dependencias parroquiales iban a seguir funcionado durante todo el tiempo de las obras y se iba a mantener la dotación de la parroquia, de un edificio de servicios parroquiales y de vivienda para el clero", dijo el secretario de Estado de Cultura.

Joaquín Leguina, secretario de Cultura del PSOE, en una nota difundida ayer por Servimedia, dijo por su parte: "Ruego al Altísmo que no permita al alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, poner su torpe mano en el Museo del Prado y sus alrededores".

El alcalde había dicho días atrás que el proyecto de Moneo para la ampliación del Prado era "revisable" y calificó de maniqueos a algunos medios de comunicación.