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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

La salud de los hospitales

Disminuir el estrés profesional es un aspecto muy importante para el correcto funcionamiento de los hospitales del SAS. El síndrome de Burn-out o profesional quemado se manifiesta especialmente en un agotamiento psíquico y en un aumento de los enfrentamientos entre compañeros de trabajo. Fundamentalmente, en aquellas personas que desempeñan su trabajo en contacto con el público. El trabajo en los hospitales es uno de los más duros de la Administración pública, por varios motivos: continuos cambios de turnos, riesgo de contagios,clasismo autoritario interno, peligro para la integridad física, contacto diario con el dolor...Los síntomas de éste síndrome, como taquicardias, irritabilidad, sudoración excesiva, angustia, hay que contrarrestarlos con técnicas de relajación, respiración profunda, y deportes como caminar y correr por espacios abiertos y bien oxigenados.

Si se hace frente adecuadamente a la presión laboral en los centros sanitarios, además de la mejora en la calidad de vida del personal, la asistencia al paciente será más humana y de más calidad. Teniendo siempre en cuenta que el aumento de plantilla en todas las categorías es un condicionante imprescindible para mejorar la sanidad andaluza en todos los sentidos.- Ignacio Acosta Ruiz. Málaga.

Enseñanza concertada

Estos días estamos asistiendo a movilizaciones y manifestaciones por parte de los sindicatos CC OO, FSIE, FETE-UGT y USO que reivindican que el profesorado de la enseñanza privada tenga las mismas retribuciones que los funcionarios docentes de la enseñanza pública, reivindicación que no ha sido atendida por ninguna comunidad autónoma.El régimen de conciertos educativos con centros docentes privados está vigente desde el año 1986. Se trata de un concierto o contrato entre la correspondiente Administración educativa y una persona física o jurídica de carácter privado, el titular del centro, por el que este último se compromete a impartir gratuitamente la enseñanza a cambio de determinadas cantidades económicas como contraprestación por el servicio que realiza.

Los fondos que asigna la Administración incluyen, además de las cantidades destinadas al sostenimiento del centro que recibe el titular, los salarios de los profesores que abona directamente la Consejería de Educación y Ciencia a éstos, en concepto de pago delegado, de acuerdo con la nómina que confecciona el titular en su condición de empleador o patrono con quien el profesorado mantiene su relación laboral, que se recoge en el correspondiente Convenio Colectivo del sector.

Los módulos económicos y, por tanto, los salarios de los profesores, se fijan cada año en la Ley de Presupuestos Generales del Estado, siendo sus retribuciones idénticas en todo el territorio español. Sólo las comunidades autónomas de Baleares, Cantabria, Cataluña y Valencia abonan un complemento que, sin embargo, en ningún momento, ha supuesto que las retribuciones del profesorado de la enseñanza concertada sean iguales a las de los funcionarios docentes de la enseñanza pública.

Desde la Consejería de Educación se viene planteando, de manera reiterada, ante el Ministerio de Educación, que el sueldo del profesorado de la enseñanza concertada sea homogéneo en todo el Estado.

La Consejería de Educación ha ofertado a los sindicatos del sector una propuesta que garantiza que las retribuciones del personal docente de los centros privados concertados se equipare a la media de las que percibe el profesorado de la enseñanza concertada del resto de las comunidades autónomas con idéntico régimen fiscal (se excluyen, por tanto, Canarias, Navarra y País Vasco).

Además, la Consejería viene suscribiendo con todas las organizaciones patronales y sindicales acuerdos que permiten la recolocación de los profesores afectados por la supresión de puestos de trabajo cuando se extingue alguna unidad escolar.- Sebastián Cano Fernández. Director general de Planificación y Ordenación Educativa de la Consejería de Educación. Sevilla.

El Palacio de Málaga

Se cae. Como todos los castillos en el aire, el nuestro se cae. Y nos toca, como siempre, resignarnos. Y nos resignamos porque no sabemos hacer otra cosa. En Málaga, no. ¿Alguien piensa, que miles de malagueños seríamos capaces de exigir, en la calle, responsabilidad a ese puñado de políticos mediocres que nos gobiernan? Desengañémonos, somos una ciudad desarticulada, sin ninguna estima, que no creemos en nosotros mismos. Tan desarticulada como ese bello edificio, que se cae sin que podamos hacer nada, y sin que lo hagamos. Se cae por el techo, como se cae la ciudad toda.Es el más claro exponente de la falta de cimientos de toda una población, que se conforma con lo que le echen encima, y la lista es bien larga (policía desbordada por la delincuencia, museo municipal sin contenido, museo de Bellas Artes sin continente, centro histórico abandonado, rondas de circunvalación colapsadas, AVE... ¡y el Palacio!). Pero nosotros a lo nuestro. ¿Hasta cuándo? Estoy harto de escuchar que en esto no pasaría; ¡claro que no!, sus habitantes no lo permitirían, saldrían a la calle y lucharían por sus sueños. Cruzarían los brazos... pero en la calle. Nosotros, ¿cuándo?.- Antonio García Arrabal. Málaga.

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