Huelga en una fábrica británica de Ford por "racismo institucionalizado"

Unos 1.300 empleados de la fábrica de automóviles más grande que Ford posee en el Reino Unido fueron ayer a la huelga después de que los sindicatos acusaran a la firma estadounidense de "racismo institucionalizado". El paro, el primero que se registra en esta década en la planta gigante de Dagenham, en el sur del país, se declaró de forma espontánea y a él se sumaron los trabajadores del turno de noche. Según el sindicato Unión General de Tranportes, Ford no se preocupa de garantizar el trato "igualitario y humano" de todos sus asalariados. Después de que varios de ellos se quejaran a sus superiores de haber sufrido abusos verbales y acoso por el simple hecho de no ser de raza blanca, los sindicatos han solicitado la apertura de una investigación a la comisión gubernamental para la Igualdad Racial. "Hay mal ambiente. A nadie le gusta la actitud de la compañía, que parece hacer oídos sordos a las cuestiones de tipo racial", aseguró ayer un portavoz de los trabajadores.

Ford ha recalcado que se toma muy en serio las acusaciones de supuesto racismo. La planta de Dagenham produce el modelo Fiesta y tiene contratadas a un 7.000 personas.