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La empresa familiar pide al Gobierno que se generalice la exención del impuesto de sucesión

Cristina Vázquez

Las tres asociaciones representativas de la empresa familiar valenciana defenderán al unísono en su primer congreso autonómico, que se celebrará el 14 de diciembre en Valencia, la generalización de las exenciones del impuesto de sucesiones. Sus dirigentes subrayaron ayer la importancia de los negocios familiares, que son el 90% de las pequeñas y medianas empresas de la Comunidad y representan el 85% de la facturación total. Las estadísticas muestran que sólo una tercera parte de estas sociedades sobreviven a la segunda generación, en parte por el traumático proceso de sucesión.

Este colectivo empresarial dio un paso de gigante cuando el Gobierno central aprobó en 1996 una exención del 95% en el pago del impuesto de sucesiones en el caso de que el propietario falleciera y el negocio pasara a manos de los hijos o cónyuge. La única condición es que la herencia supere el 15% del capital del negocio familiar. La descendencia está obligada, a cambio, a conservar la propiedad de la empresa durante 10 años. Después de este histórico avance, el lobby creado por este colectivo trabaja por la rebaja o incluso la anulación del porcentaje establecido por el Gobierno para no perjudicar a unos herederos frente a otros. "Lo deseable sería anular totalmente la tributación", defendió ayer el presidente del Instituto de la Empresa Familiar de Valencia, Mario Mariner.

El proceso de sucesión es un obstáculo, en ocasiones insalvable, para estas empresas, pero no el único, según el Observatorio Europeo de la Pequeña y Mediana Empresa. Una tercera parte de los propietarios de pequeñas empresas del ámbito de la UE tienen más de 50 años y, por tanto, más del 30% de la totalidad de éstas (cinco millones) se enfrentarán al problema de la transmisión en los próximos años.

En la Comunidad Valenciana el fenómeno es todavía más intenso, ya que las empresas nacidas en los cuarenta, en pleno boom industrial, están ahora en pleno cambio de la segunda a la tercera generación, mientras los negocios surgidos en los setenta viven el tránsito de la primera a la segunda generación, un proceso del que sólo sobreviven un 15%.

Seis millones de parados

Mariner destacó la sensibilidad, cada vez mayor, de la Comisión Europea hacia estas empresas, sobre todo, a la vista de las nada halagüeñas previsiones. El mismo observatorio calcula que 1,5 millones de pequeñas empresas cerrarán sus puertas en un plazo no muy largo, con la pérdida de seis millones de puestos de trabajo. "Son datos que invitan a la reflexión", dijo Mariner.

Según Manuel Peláez, presidente de la Asociación de la Empresa Familiar de Alicante, ha llegado la hora de profesionalizar este colectivo, que representa en la Comunidad el 90% de las sociedades. "Es preciso priorizar los intereses de la empresa por encima de los patrimoniales y personales. España no puede permitirse una sangría de este tipo de empresas", declaró Peláez. El responsable del colectivo en Castellón, Antonio Peris, matizó que no existen "fórmulas matemáticas", pero cada vez hay un ambiente más favorable -mejor fiscalidad, expertos universitarios, consultoras, etcétera-.

El congreso organizado en septiembre abundará en la necesidad de más apoyo social y político para este grupo de sociedades, la mayoría individuales o limitadas (Ver gráfico).

La asociación de Valencia será la anfitriona de este primer congreso de ámbito autonómico, que está previsto inaugure el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana. La jornada abordará los retos del colectivo y el problema de la sucesión.

Las tres organizaciones continuarán, sin embargo, siendo autónomas sin que exista, por el momento, intención de agruparse en una sola asociación. "Existe una muy buena relación. Nos reunimos periódicamente desde hace dos años y trabajamos codo a codo", matizó Mariner.

De las tres, sólo la asociación que preside Peláez está asociada al Instituto de la Empresa Familiar, constituida en 1992 por un grupo de 104 empresas familiares españolas. La asociación de Alicante comenzó sus actividades en 1995 a iniciativa de 30 empresarios. En la actualidad cuenta con un total de 70. El instituto de Valencia surgió en 1997, impulsado por la Cámara de Comercio de Valencia. Ese mismo año se creó la asociación de Castellón.

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Sobre la firma

Cristina Vázquez
Periodista del diario EL PAÍS en la Comunitat Valenciana. Se ha ocupado a lo largo de su carrera profesional de la cobertura de información económica, política y local y el grueso de su trayectoria está ligada a EL PAÍS. Antes trabajó en la Agencia Efe y ha colaborado con otros medios de comunicación como RNE o la televisión valenciana À Punt.

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