El CAT estrena "La llanura", una obra sobre la guerra civil con la que Martín Recuerda exorcizó sus vivencias

El dramaturgo granadino José Martín Recuerda ha tenido que esperar 52 años para que una compañía profesional estrene La llanura, una obra sobre las consecuencias de la guerra civil española que escribió, en parte, para exorcizar amargas vivencias infantiles. El texto, que estuvo censurado durante la dictadura, se estrenará el próximo día 7 en el teatro Central de Sevilla. El montaje, producido por el Centro Andaluz de Teatro (CAT), cuenta con la dirección de Helena Pimenta, fundadora y directora de la compañía vasca Ur Teatro. La obra, que narra el dolor de una familia cuyo padre ha sido fusilado por los vencedores de la contienda, permanecerá en cartel hasta el 24 de octubre, salvo los lunes. "Lo que vi de niño, aquellos hombres fusilados cubiertos de sangre y hormigas, se me quedó atascado y salió en la séptima obra que escribí. El texto salió de una forma natural. Es un retrato de la gente como yo los veía, sin buenos ni malos. No es un enjuiciamiento histórico", explicó ayer José Martín Recuerda. El autor, que ha hecho una excepción al viajar desde su casa de Salobreña (Granada) a Sevilla, no ha visto ningún ensayo de la producción del CAT y asistirá sólo al estreno. "Entre las obras de Martín recuerda, hemos elegido La llanura porque está dentro de la línea del Centro Andaluz de Teatro. No se trata de poner en escena una obra histórica sobre la Guerra Civil, sino de hacer teatro comprometido que haga reflexionar a la sociedad a la que se dirige. Además, es un texto muy vigente porque refleja hechos que, desgraciadamente, estamos viviendo ahora en Europa", afirmó Emilio Hernández, director del CAT. El dramaturgo granadino, que dirigió la primera cátedra de teatro que se creó en España -en 1970 en la Universidad de Salamanca- ha escrito hasta ahora 33 obras de teatro, ocho de las cuales no se han estrenado todavía. Algunas de las que nunca han subido al escenario son musicales de gran formato como La reina del paralelo (1991) o La Caramba en la iglesia de San Jerónimo el Real (1993). "La llanura es un golpe a nuestro sistema emocional y ese impacto ha estado presente en todo el equipo durante el montaje. Es ese sentimiento lo que hace que la obra trascienda de lo particular a lo universal. Nos ha salido un espectáculo tan sensible y tan lleno de dolor como el texto original", comenta Helena Pimenta, que recibió el Premio Nacional de Teatro en 1993. Consecuencias "El autor se limita a exponer las consecuencias de la guerra. Junto al dolor de los vencidos, la familia protagonista, vemos el inmenso dolor de los vencedores que sufren el arrepentimiento y la culpa. Es una obra sin maniqueísmo, el que pierde es el ser humano ya que cualquier guerra provoca la aparición de los instintos más bajos", añade la directora, quien se ha basado en su experiencia con los textos de Shakespeare para universalizar, aún más, los sentimientos que retrata Martín Recuerda. El dramaturgo, que escribió La llanura en 1947, continúa trabajando al ritmo de siempre y ayer anunció que acaba de terminar otra obra: No queremos la revolución. "Es un texto sobre los estragos que causa en la juventud la droga y el sida, sobre la impotencia de aquellos que no se explican cómo puede alguien caer en la droga", adelantó el autor de obras tan conocidas como Las salvajes en Puente San Gil o Las arrecogías del beaterio de Santa María Egipciaca. El montaje, que cuenta con la escenografía de José Tomé, está interpretado por Carlos Álvarez, Pilar Gómez, Victoria Mora, Juan Fra Juárez y Mariano Peña, entre otros. La actriz Inma Pérez se ha atrevido con la parte cantada a ritmo de palo flamenco de la obra.