La nueva EPA sigue sin convencer

Como ya hizo en su anterior boletín, el Banco de España señala en esta ocasión su desconfianza respecto de que la nueva Encuesta de Población Activa (EPA) refleje la realidad del mercado de trabajo. Las modificaciones metodológicas han contribuido, según el Banco de España, a presentar unas cifras más positivas sobre evolución del empleo durante el segundo trimestre del año.La prueba que aporta para sostener esta afirmación es que, "como ya ocurrió en el primer trimestre de 1999, la intensificación del proceso de creación de empleo y de reducción del número de desempleados no se reflejó en otros indicadores del mercado de trabajo", que registraron una evolución descendente.

Por ejemplo, el número de afiliados a la Seguridad Social en el segundo trimestre aumentó un 5,5% respecto del mismo periodo del año anterior, dos décimas menos que en los tres primeros meses del año. Igual ocurrió con el paro registrado por el Instituto Nacional de Empleo (Inem), que se redujo un 13,3%, cinco décimas menos que durante el periodo anterior.

El Banco de España asegura también que el elevado ritmo de crecimiento de los ocupados de la EPA contrasta con la desaceleración que se apreció en el producto interior bruto (PIB) en la primera mitad del año, lo que "implica una fuerte reducción de la productividad aparente del trabajo con respecto al mismo periodo del año anterior".

En cuanto a la contratación, el informe valora positivamente el aumento del porcentaje de los fijos, que ha pasado del 8,3% en 1998 al 11%. No obstante, subraya la "acogida limitada" que han tenido los contratos indefinidos a tiempo parcial.

Respecto de la subida salarial, el Banco de España la sitúa en el 2,3% para los convenios firmados hasta el 31 de agosto pasado. Este porcentaje se eleva hasta el 2,4% para los convenios de nueva firma, lo que significa, según el informe, que se está recogiendo ya la desviación del IPC.