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El PNV apoyará el plan de suelo de Vitoria si "sólo maquilla" el anterior

El convenio que diseñó el anterior alcalde de Vitoria, el peneuvista José Ángel Cuerda, por el que el Ayuntamiento adquiere 4,5 millones de metros cuadrados a unos 150 propietarios particulares y asegurará suelo urbanizable para los próximos decenios en la ciudad, ya tiene una nueva versión. Al menos con esa intención se reunieron anoche el Partido Popular y los socialistas, que llegaron con las posturas muy cercanas sobre los criterios que debe seguir el Ayuntamiento en su idea de renegociar el pacto con los dueños de gran parte de los terrenos sitos en Salburua y Zabalgana. Lo curioso son las muy diferentes interpretaciones que suscita el nuevo convenio. Mientras el PP y los socialistas aseguran que su nuevo plan supone un vuelco radical al ideado por Cuerda, los compañeros de partido del ex alcalde, a falta de comprobar los detalles del documento, creen que las modificaciones son superficiales y suponen "sólo maquillar" las líneas básicas propuestas por el anterior Ayuntamiento. En medio se encuentra Unidad Alavesa, socio del PNV en la legislatura anterior y ahora del PP en el nuevo equipo de gobierno. Entiende que el anterior convenio era bueno, pero que "todo es mejorable". Cuatro condiciones El PNV se mostró ayer dispuesto a apoyar el nuevo convenio acordado por el PP y los socialistas, aunque sólo si se cumplen cuatro condiciones básicas del documento de Cuerda: que se mantenga la obligación de construir en los terrenos afectados un 70% de vivienda protegida, que se destine "una parte importante" a pisos de alquiler, que se contruyan en total unas 9.000 viviendas en el cuatrienio y que la operación se cierre "sin que le cueste una sola pesetas al Ayuntamiento", explicó la portavoz nacionalista, María Jesús Aguirre. Curiosamente, esos cuatro puntos se siguen al pie de la letra en el nuevo texto. Los nacionalistas entienden que no se modificará "nada fundamental" con respecto al proyecto de la anterior corporación. Aguirre recuerda, además, que el nuevo alcalde, Alfonso Alonso, ha pasado "de querer tirar el convenio a la papelera a mantener el cuerpo principal". En teoría, el PP y los socialistas pueden contar en principio con el inesperado apoyo del PNV. La lectura que hacen los otros dos grupos es radicalmente distinta. Aseguran que los cambios que han ideado, y que deberán negociar con los propietarios, son sustanciales. Los basan en tres cuestiones. Por un lado, propondrán unos plazos para construir los pisos que correspondan a los particulares, quienes cobrarán su cesión de suelo en especie, en derechos de edificación. Por otro, establecerán una serie de garantías para que se cumplan, con expropiación en caso contrario, y, por último, se creará una comisión de seguimiento del acuerdo. El pacto entre PP y PSE también modifica algunas condiciones fiscales para los propietarios, que deberán pagar más impuestos.

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