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ELECCIONES CATALANAS

Pujol aspira a 62 diputados y Maragall promete honestidad

La campaña electoral empezó a las cero horas de hoy con un Jordi Pujol que afirma no sentir el paso de los años y que se ha fijado la meta de 62 diputados -dos más que en la actualidad- para tener una cómoda mayoría. Pasqual Maragall, el otro protagonista del disputado pulso que culminará el 17 de octubre, abrió esta madrugada su campaña con la promesa de constituir un Gobierno limpio y honesto pra crear una Cataluña más justa.

Tanto Pujol como Maragall celebraron sus mítines en Barcelona. El actual presidente de la Generalitat, arropado por Josep Antoni Duran Lleida -líder de Unió- y el número dos de la candidatura, Artur Mas, se dirigió a los 1.500 simpatizantes de CiU para lanzar un mensaje de ilusión, dinamismo y juventud. A pesar de sus 69 años y casi 20 de permanencia en le presidencia de la Generalitat, Pujol dijo que aún le tiemblan las piernas cuando tiene que acudir a una cita con las urnas.En esta ocasión, al presidente catalán no le faltan motivos. Se enfrenta a Pasqual Maragall, un candidato que le disputa la mayoría y que ayer intentó contagiar sus ansias de renovación a los 2.000 simpatizantes que siguieron su primer mitin de campaña.

Con este prólogo se inició una campaña en la que Pujol aspira a su sexto mandato. El ex alcalde de Barcelona Pasqual Maragall tiene dos semanas para deshacer el empate que algunos sondeos mantienen entre ambos. Junto a ellos, Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V) se ha alineado claramente con Maragall para poner fin a la etapa de 19 años de Gobiernos de CiU, mientras que el Partido Popular y Esquerra Republicana (ERC) luchan para convertirse en bisagra.

Una larga precampaña, que Maragall comenzó hace más de un año, ha permitido al candidato socialista crear una coalición con independientes denominada Ciutadans pel Canvi y acortar la ventaja que CiU obtuvo en las elecciones autonómicas de 1995. En julio parecía que Maragall podría superar a Pujol, pero tras las vacaciones los nacionalistas han puesto toda la carne en el asador, y un Pujol lanzado a recuperar terreno ha logrado dar la impresión de que las elecciones no están decididas cuando empiezan los 15 días de campaña electoral oficial. Todas las bazas Poner toda la carne en el asador significa en este caso, por ejemplo, que el Gobierno de CiU organizara para ayer mismo una concentración de 15.000 jubilados en el Palau Sant Jordi de Barcelona, en lo que constituyó un mitin con intervención de Pujol. Los socialistas aprovecharon la concentración para repartir propaganda a favor de Pasqual Maragall, lo que provocó momentos de tensión e insultos entre miembros de CiU y el PSC.

Pero echar toda la carne en el asador significa también que en las últimas semanas se haya producido una cascada de decisiones gubernamentales destinadas a resolver viejas cuestiones pendientes como la construcción del canal Segarra-Garrigues, una obra pública de la que se habla desde hace 200 años. Jordi Pujol pide al electorado cuatro años más de gobierno para conseguir más poder y más financiación para el Ejecutivo autonómico.

Maragall ha introducido en el debate catalán, frente a la potente maquinaria movilizada por CiU, propuestas nuevas que marcan una inflexión en la cultura de la izquierda catalana. Ha planteado una campaña financiada en buena parte por quienes apoyan su candidatura, y eso le ha llevado a organizar cenas con empresarios que han aportado cada uno 100.000 pesetas.

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Sus prioridades son la educación, el acceso al trabajo, la creación de oportunidades para quien quiera arriesgarse y tenga iniciativa. Ayer en el mitin ante sus seguidores, Maragall abogó por crear una sociedad en la que "todos tengan las mismas oportunidades" que el ha tenido. "Juntos seremos imparables", clamó.

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